madison. jaden hossler

especial jaden.

Llevo aproximadamente cinco minutos de pie frente a la puerta de brisa debatiéndome entre tocar o no. sé que es aquí porque leí los mensajes de ella con quinton y anoté la dirección que aparecía en el GPS pero estoy un poco asustado de cuál será su reacción cuando me vea de nuevo.

quizás venir no fue aquí no es la mejor decisión que he tomado en mi vida pero en realidad necesito verla, es la única que podría ayudarme.

puedo escucharla claramente cantando Angels and Demons y eso hace que me sienta peor así que me obligo a mí mismo a tocar el timbre e inmediatamente el reproductor de música se detiene, al igual que su voz y mi corazón.

y segundos después ella abre la puerta, su cabello castaño está amarrado en una desordenada coleta y sus ojos verdes me miran con sorpresa.

— brisa – digo cuando no puedo resistir más la ansiedad de decir su nombre y envuelvo su pequeña figura entre mis brazos. puedo notar que su cuerpo se tensa ante mi contacto pero pronto ella se relaja y me abraza también.

y por más extraño que esto suene, me siento tranquilo junto a ella.

los recuerdos de la primera vez que estuvimos frente a frente me abruman y siento mis ojos llenarse de lágrimas mientras entierro el rostro en su cabello. puedo recordar perfectamente cómo sus mejillas se llenaron de color cuando me dijo que me amaba al entrar a aquella cafetería y también recuerdo cómo estaba al borde del llanto cuando me llamó "idiota". lo primero que pensé en el momento en que la vi fue "¿cómo puede alguien ser tan pequeña y al mismo tiempo tan atrevida?" porque ella nunca tuvo miedo de decir lo que pensaba. ella siempre fue sincera respecto a lo que sentía, en cambio yo no lo fui. y madison tampoco.

— hey, jaden – murmura contra mi pecho. — ¿está todo bien?

me soprende cómo a pesar de todo lo que sucedió entre nosotros ella se siga preocupando por mí, fui un completo idiota y sigue apoyándome. me alegro de no haberla bloqueado cuando recibí su primer mensaje en Twitter.

aquél "te odio" que me envió lo ignoré, pero el "siempre he estado ahí, apoyándote y sé que es tu vida, pero duele" me hizo pensar que quizás yo no era lo suficientemente sensato con las fans. Brisa desde un principio fue una luz en mi vida, una luz para que yo me diera cuenta que estaba haciendo unas cuantas cosas mal pero yo intenté apagar esa luz. le respondí de la última manera en que debí y la lastimé, desde entonces no he podido dejar de recriminarme eso.

— dios, me siento el imbécil más grande del mundo – le digo y una risa amarga sube por mi garganta. ella se separa de mí y me mira directamente con ese par de bonitos ojos verdes que he soñado un par de veces desde que la conocí, después toma mi mano y me arrastra en dirección a un pequeño sofá y ella se sienta justo en frente.

— ¿cómo sabes que vivo aquí? – me pregunta e inhalo profundo tratando de evadirla.

— ¿importa? – brisa niega y siento como un peso se escapa de mi pecho. si le contara la verdad ella probablemente se molestaría con quinton cuando la única culpa del chico fue dejar su celular en el baño, además él también se enojaría conmigo si supiera que leí sus mensajes con brisa.