madison. jaden hossler

doce.

— ¿brisa? — escucho decir a quinton, pero mis ojos se encuentran fijos solamente en la silueta que está junto a él.

— ¿qué haces tú aquí? — le pregunto a jaden e inmediatamente lo veo dar un paso al frente para acercase a mí, pero sofia se interpone entre nosotros y lo detiene.

— le dijiste a mi amiga que vendrían tú y josh — ella le recrimina a quinton y me siento terriblemente decepcionada. no esperaba una mentira de parte de él. — ¿por qué trajiste a éste?

— no le reclames nada a quinton, él no es culpable de nada y tú no tienes ningún derecho — jaden habla y no puedo dejar de verlo porque realmente luce preocupado por su amigo, eso me duele porque me recuerda al jaden que yo siempre creí que él era, el jaden hossler que se preocupaba por todos antes que por él mismo.

— lo siento, brisa, jaden es mi amigo y me lo pidió como un favor — quinton me dice y noto en su rostro que realmente parece lamentarlo, dejo escapar un lento suspiro antes de hablar.

— entiendo que lo hiciste por jaden — le digo a quinton — pero tu amigo y yo no tenemos absolutamente nada de que hablar. fue un placer conocerte, quinton.

tomo a sofía de la mano mientras intento controlar mi furia y me dirijo con rumbo a la salida arrastrando a mi amiga, pero la voz de jaden me detiene.

— brisa, te pido una disculpa.

las palabras salen tan rápido de su boca que me cuesta un poco procesar lo que ha sucedido, pero sé lo que dijo.

mi cuerpo está temblando cuando me giro hacia él y siento un horrible nudo en la garganta, creo que en cualquier momento podría desmayarme porque hay un montón de sentimientos encontrados dentro de mí. y entonces miro sus horribles ojos cielo, esos horribles ojos que parecen ser capaces de curar cualquier enfermedad y mandarme a la tumba al mismo tiempo. sus ojos lucen llenos de arrepentimientos en este instante y juro que puedo escuchar mi corazón quebrándose en cientos de piezas.

pero por más que lo intento, las palabras no salen de mi boca.

y parece como si sofía y quinton hubieran desaparecido y solo quedáramos él y yo.

— jaden — es lo único que logro decir, su nombre. y me siento patética.

— lo siento mucho.

logro entender las cosas hasta que siento los brazos de jaden alrededor de mi cuerpo, sosteniéndome fuertemente. así que antes de que las cosas se desvanezcan, enredo mis brazos alrededor de él también.

y juro por mi vida que en el momento en el que el cuerpo de jaden y el mío se unen me doy cuenta de que cada abrazo que he dado antes no ha sido nada en comparación a este, porque nada se compara a la sensación de sostener a tu mundo entero, un mundo que en cualquier momento puede irse lejos.