|| 𝐁𝐀𝐉𝐈𝐅𝐔𝐘𝐔. ||

Creando momentos (II).

Pronto, la Toman había crecido tanto y tenía reconocimiento. Empezaron a formarse divisiones y ahora era un poco más complicado para el rubio, ya que, tenía una responsabilidad grande al ser el sub-capitán de la primera división.

Habían días en los que Baji y él "entrenaban". La verdad es que peleaba contra el pelinegro y jamás podía ganarle. A pesar de aquello, admiraba y respetaba la fuerza y destreza de su contrario a la hora de pelear.

─¿Y bien? ─Habló el mayor, observando el rostro de su amigo, el cual expresaba una mueca de dolor.

Lo tenía acorralado en el suelo.

─N-no puedo... no puedo zafarme de tu agarre. ─Le costaba mucho pronunciar aquellas palabras considerando la posición en la que se encontraban. El más alto le había aplicado una llave, y mantenía prisionera la parte superior de su cuerpo con sus piernas mientras sujetaba sus brazos.

─Mmmh... grita un poco más. ─¿Se estaba divirtiendo ante aquella situación? Sí. Era gracioso porque no estaba aplicando mucha fuerza.

─Ba...ji-san. ─Apenas y pudo hablar. ¿Cómo esperaba a que gritara si no tenía más fuerzas?

Después de escuchar una risa burlona por parte del pelinegro, fue finalmente liberado. Ni siquiera pudo ponerse de pie, sólo se quedó en el suelo tirado y regularizando su respiración.

El cuerpo ajeno pronto le hizo compañía y ahora ambos se encontraban reposando en el piso. Baji tenía un brazo tapando sus ojos por la luz del sol y Chifuyu sólo mantenía los suyos cerrados, respirando con tranquilidad.

─¿Quieres que te lleve? ─Preguntó de repente. El ojiazul no entendía a que se refería y le avergonzaba un poco preguntar.

─¿Hmm?

─A la feria.

...

Seguía sin entender.

─De mangas... ─Dijo eso entre dientes. De cierta forma, consideraba molestoso el hecho de que Chifuyu no captara lo que le decía rápidamente y le obligara a decir todo completo.

─¿Eh? ─¿Cómo sabía sobre aquello? El rubio era fiel amante de los mangas (de shoujo) pero nunca acostumbraba a leer enfrente de alguien o contar sobre aquello─. Baji-san, cóm─

Lo cortó antes de que dijera alguna otra cosa.

─Silencio. ¿Quieres o no?

─Pues... está bien. ─Abrió sus ojos y se volteó ligeramente, observando el perfil ajeno─. Pero, ¿cómo sabes? ─No era la gran cosa, aún así, le causaba curiosidad saber cómo fue que se enteró.

─Qué molestoso... ─Dejó escapar un suspiro pesado y que, probablemente, estaba cargado con un poco de irritabilidad─. Mientras veníamos hacia acá te emocionaste al ver el anuncio de la feria en la calle... Supongo que te llamó la atención por la forma en la que observabas todo.

Oh.

Lo escuchaba atento, sintiendo sus mejillas calentarse. Sabía que se había sonrojado y desvió su mirada rápidamente, soltando una diminuta risa.

─¿Eh? ¿De qué te ríes...?

Así era como empezaban una pequeña discusión para dejar atrás ese pequeño momento que tuvieron.

Al pelinegro le costaba un poco no enfadarse ─al menos una vez─ con el menor. Se había vuelto algo común pero siempre se respetaban y no superaban los límites del enfado.

Faltaban dos semanas para aquella feria todavía, así que decidió hacer una lista de mangas que compraría para esa ocasión.

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