Capítulo 1

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8 de mayo de 2021 Mi reloj marcaban las 03:30 de la madrugada cuando recibí una llamada que cambió mi vida completamente, llevándome al comienzo del final.

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Escuchaba a los lejos que alguien llamaba a mi nombre con desesperación -Taetae... Taetae ayúdame... nos están siguiendo, no confíes en nadie, solo sigue mi voz... estás cada vez más cerca TaeTae.

-Señor Kim... Señor Kim, despierte... Ya aterrizó el avión-habló la azafata dirigiéndose a Tae quien despertó desesperado sintiendo su corazón latir frenéticamente.

-Solo fue un sueño- pensó, le agradeció a la azafata y se dispuso a bajar su maleta y dirigirse a la salida donde encontró a un señor parado sosteniendo un cartel con su nombre, quien supuso era su padre. Haciendo una leve reverencia, preguntó - Señor Kim es usted?-a lo que el mayor hizo un gesto de afirmación de su parte y sin más se dio la vuelta para entrar al auto sin esperar alguna respuesta del castaño y este solo imitó la acción del mayor.

El recorrido a su nuevo hogar fue un rotundo silencio incómodo, el cual rompió el padre al pasar enfrente de la que suponía que iba a ser su nueva escuela y se dio cuenta de un chico castaño de hombros anchos saliendo de esta con libro dando un pequeño suspiro notando el cansancio en su rostro.

Luego se dio cuenta de que se iban alejando del pueblo yendo hacia una montaña notando que paró enfrente de una casa ubicada más o menos a un kilómetro del pueblo y sin más vio cómo su padre empezó a bajar las cosas de auto para dirigirse al interior de la casa llevándolo directo a una habitación la cual consistía con una cama notoriamente desgastada, unas repisas empolvadas y el pequeño ropero junto a la ventana.

-Tal vez no es mucho, pero es lo que tengo para ti- hablo finalmente el padre, rompiendo el silencio que había entre ellos dos.

El castaño se limitó a responder un simple "gracias" y con eso bastó para ver a su padre salir de la que ahora es su habitación, el castaño simplemente calló rendido en el viejo colchón en un sueño profundo.

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-Taetae quédate aquí, hasta que mamá vuelva por ti, no salgas por nada al menos que yo te lo pida ¿está bien?- preguntó ella.

-S-si mami, pero ¿por qué me tengo que esconder de papá? - dijo el pequeño castaño.

-Solo hazme caso-hablo por último dándole un beso en su frente, dejando a su pequeño escondido en el closet del que ya se hacía costumbre, para evitar que los maltratos de su padre llegaran a él.

El pequeño castaño tapaba sus oídos al mismo tiempo que cantaba una canción de cuna que su madre le cantaba todas las noches a la hora de dormir deseando así poder sentir su calor y evitar escuchar aquellos gritos de dolor que sabían eran de ella buscando ayuda, para luego temblar ante aquel ruido de las pisadas avisándole que esta vez sería su turno.

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Despertó con el corazón desenfrenado, sudando frío confundió por aquel sueño que no lo molestaba desde hace 13 años el cual creyó haber dejado atrás, intentando tranquilizarse se dispuso a buscar a su padre en toda la casa y sin tener éxito alguno decidió ir a la cocina donde encontró una nota en el refrigerador que tenía escrito "Hay comida en el microondas, llegaré un poco tarde... no salgas. -Papá"

El castaño después de comer, decidió que daría un pequeño recorrido por el pueblo antes de que su padre volviera y se diera cuenta de que no estaba, siendo así fue a su habitación para alistarse y después salir y emprender su camino al pueblo.

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Ya en el pueblo se dispuso a tomar fotos de las cosas que captaran su atención, después de un largo recorrido encontró una cafetería que después de haberlo meditado por un gran tiempo entró por un refresco.

Dentro de la cafetería se fue a la mesa más aislada del lugar, viendo el menú esperando pacientemente que tomaran su orden

-Bienvenido a Blue Bottle Coffee, que desea ordenar? - hablo amablemente el camarero de cabellos naranjas.

-Una malteada de fresa, por favor-Respondió finalmente el castaño.

-Estará listo enseguida- hablo el camarero yéndose y regresando unos minutos más tarde con dichosa malteada entregándosela al castaño- veo que eres nuevo por aquí -hablo de nuevo el camarero al castaño.

-Si lo soy, apenas llegué ayer ¿acaso soy tan obvio?- preguntó el castaño sonriendo avergonzado.

-No es eso... Bueno un poco, pero lo noté porque nunca te había visto por aquí- rio el de caballos naranjas contagiándole la risa al castaño.

- En realidad...- se vio interrumpido por el sonido de su teléfono.-oh disculpa, debo contestar- sin esperar respuesta contesto de inmediato la llamada... escuchado los gritos de su padre reprochándole el porqué había salido y regresará de inmediato.

Sin más el castaño agarró el dinero correspondiente dejando en la mesa llevándose su malteada, Tae dejó confundido al camarero por tal acción y sin fijarse tropezando con un azabache derramando toda su malteada sobre él.

-oh, en verdad lo siento- hablo el castaño echándose a correr directo a casa dejando atrás a un azabache exaltado y confundido.

-oye Jiminie, quien era él?- preguntó el peli negro. -Es el nuevo del pueblo y al parecer está apurado- pasándole una servilleta al azabache.

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Por otro lado el castaño corría a toda prisa intentando llegar a su casa lo más antes posible esperando no empeorar las cosas con su padre. ¿Y al llegar encontró a su padre en la puerta esperándolo quien lo tomó con fuerza del brazo, gritándole -acaso te atreviste a desobedecerme? ¿Es que eres un inútil? Te pareces tanto a tu madre- hablo por fin arrastrándolo dentro de la casa.

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