Abscond

Capítulo 9

El castaño de hombros anchos se encontraba meditando qué camino tomar —¿Qué hago? ¿Te espero o voy por ti?— susurro —realmente me dejaste pensando con lo de ayer—suspiro tomando el desvío hacia la casa del dueño de su pensamiento.

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18 horas antes

—¡Tae! ¡Tae!— llamó emocionado el mayor — ¿cómo hijo del director iras verdad?— hizo una pausa —y si quieres después puedo llevarte a la cafetería para que veas a tu preciado Kookie— dijo con burla. 

Viendo el sonrojo en las mejillas del menor, decidió seguir hablando satisfecho de poder molestar a su amigo —Puedo pasar a traerte antes de la excursión, así iríamos más cómodos los 4— alentó el mayor para convencerlo.

Y el castaño menor paro en seco, tomando la muñeca de su mayor respondiendo —Hyung no tienes por qué hacerlo— hablo un poco abrumado y alterado —es decir, puedo llegar al colegio perfectamente bien, además el director siempre me trae y no quiero enojarlo— empezando a temblar sus manos por sus recuerdos, siendo este acto perceptible para el mayor.

—¿Por qué nunca le dices papá? Y ¿por qué habría de enojarse?— preguntó de nuevo, acercándose al menor—¿estás bien?— preguntó viendo cómo el agarre en su muñeca se hacía más fuerte.

—Simplemente, no quiero que vayas— hablo el castaño dándose la vuelta para ir directo a su hogar.

 —Algo no va bien— hablo el castaño mayor, viendo los cambios drásticos que ha tenido el menor en los últimos par de días —¿qué es lo que escondes?— susurro esto último, sobresaltando sé cuando siento una manó posarse en su hombro, volteando a ver de quién se trataba.

—Tú también has notado— reafirmó el peli naranja viendo la misma dirección en la que se iba el castañito.

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El mayor bajo del auto a paso rápido acercándose a la puerta, y al momento de tocarla está se abrió dándole paso a dentro de la casa, dudando unos segundos antes de entrar; dirigiéndose a la sala preguntó en un grito. 

—¿Tae? ¿Tae estás aquí?— escuchando un ruido proveniente de la puerta que suponía era el armario de limpieza, dándose cuenta de que estaba siendo atrancada por una silla —¿Tae eres tú?— preguntó de nuevo a la vez que se acercaba.

Cuando un sollozo proveniente del otro lado junto a un balbuceo —¡ayúdeme! ¡Sea quien sea que esté ahí ayúdeme! ¡Por favor ayuda!—golpeo la pueda desesperado.

—¡TAE! ¿Pero qué carajos haces ahí?— hablo alterado a la vez que abría la puerta desesperado, viendo cómo el menor intentaba salir corriendo, deteniéndolo al instante y atrayéndolo a su pecho envolviéndolo con sus brazos en un cálido abrazo —tranquilo, ya estás afuera... estoy aquí—.

—Hyung, realmente tenía miedo— hablo el castañito sollozando.

—Pero... ¿Qué fue lo qué pasó?— preguntó curioso el mayor.

El menor al recordar aquello se tensó y sin pensarlo demasiado soltó —Pelee con el director, y él dijo que ya no iría a la excursión y por castigo me metió allí— mintió el menor.

Jin no muy convencido de la explicación, sabiendo que el menor le mentía al no verlo a los ojos frunció el ceño, dándose cuenta de que el lugar se veía desordenado como si hubiera habido una pelea.

—Está bien, no tienes por qué explicármelo ahora— respondió el mayor de una forma dulce —¿qué te parece si damos un paseo? Y así logras calmarte...— propuso el mayor.