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Yunho se encontraba en su lugar favorito, la cocina, le gustaba porque es donde puede dejar volar su creatividad e imaginación entre 4 paredes color beige, donde salían platos exquisitos o catastróficos, pero siempre salía algo.

Los desayunos en la casa eran normalitos, unas tostadas, un poco de mantequilla o mermelada, huevos revueltos y como líquido, jugo o refresco, depende de cómo este el día.

Jeong se mantuvo concentrado en crear su tortilla, cuando sintió una presencia pesada entrar rápidamente posicionándose detrás de él .

- Que haces Jungkook - Preguntó el mientras del contrario esbozaba una sonrisa con sorna.

- Estaba en la sala, cuando sentí un olor riquísimo, que tanto haces.

- Pues mi desayuno. ¿Qué más haría? - Respondió

- ¿El tuyo dijiste? Y el mío qué.

- Tienes manos y agilidad, te lo puedes preparar tu solito, yo no soy tu esclavo ni nada parecido.

El rostro pacifico de Mingi , comenzó cambiar, transformándose en uno donde los ápices de ira eran notables, sus ojos se tornaron de un color ámbar hipnótico.

- Yunho Mírame a los ojos - Una voz gutural, sobrepasando lo inhumano, salió de su boca, logrando asustar al menor.

Jeong rápidamente acató la orden impuesta y dirigió su mirada, chocando con los iris del mayor, los que le causaron un escalofrío que recorrió toda su espina dorsal.

- Me vas a preparar el desayuno. ¿Si o no? - Volvió a pronunciar el demonio, mientras su aura oscura se esparcía por todo el pequeño espacio donde se encontraban

Yunho bajó la cabeza, como un sirviente cuando su rey le da un mandato y se dirigió hacia el refrigerador de la casa para sacar varios huevos más.

Mingi rápidamente se relajó al ver que su dongsaeng cumplía lo establecido por el - Eso Yuyu, pórtate bien y no tendré que hacer este tipo de cosas -

Luego de aquel altercado, el desayuno transcurrió "normal", claramente con Yunho lanzándole miradas asesinas a nuestro queridísimo demonio quien lo ignoraba completamente, porque a pesar de todo, el sabía que ese humano sería uno más de el montón.

Sin perder más tiempo, Yunho salió de la casa, necesitaba reunirse con sus amigos y despejar un poco su mente.

En un rango de 45 minutos andando, llegó a su cafetería preferida "Mikrokosmos Coffe", la fachada era de color púrpura, con detalles simulando una gran galaxia llena de estrellas alumbrando el firmamento.

Dentro era muchísimo mejor, un gran cielo falso se extendía por todo el espacio del techo, asteroides, meteoritos, planetas, cometas, polvo cósmico y materia negra, todo esto siendo complementado por unas paredes color violeta.

Al entrar rápidamente fue recibido por un par de brazos que lo abrazaban con efusividad, dejándolo prácticamente sin aire.

- Yuyu. ¿Cómo estas? ¿Cómo te ha ido? ¿Dormiste? ¿Por qué traes esa cara? - Preguntó el mayor de todos mientras acariciaba los mofletes de Jeong y dejaba pequeños pellizcos amorosos.

- Estoy bien, me ha ido más o menos, no, porque me siento mal - Respondió rápidamente a cada una de las preguntas impuestas

Hongjoong entrecerró sus pequeños ojitos - ¿Yunnie porque te sientes mal?

- Primero sentémonos.

Los tres humanos se encaminaron hacia su mesa la cual quedaba ubicada cerca de un gran ventanal expositivo donde se podían apreciar los diferentes tipos de elementos que habitaban en el cosmos.

- Cuéntanos Yunnie, que sucedió - Dijo Hongjoong mientras pasaba su pequeña mano por la cabecita de su soulmate.

Yunho simplemente bajo la cabeza recordando lo sucedido esta mañana, había sido totalmente aterrador pero hasta cierto punto un poco ¿Excitante? 

- Yo iba a preparar mi desayuno, y Mingi, me obligó a preparárselo a el también, con una especie de voz fea y mandona.

- Ugh, ya entiendo, la voz demoníaca, Seonghwa también la usó conmigo, pero le di un zape en la cabeza para que no se olvide de que esta tratando con el gran Kim Hongjoong.

Yunho sonrió ante el comentario de su amigo

- Yuyu, sabes que Jonghonie es el papá de tu demonio. Pues nosotros hemos estado hablando varios temas, entre ellos sobre Mingi, el especificó que su hijo era un arrogante de primera clase, que ama controlar y hacer alarde de su poder, contigo y con todos, pero que en el fondo tenía su pequeña bondad aún viviente en su corazoncito.

Yunho se quedó impactado con la confesión de su Hyung, realmente podría sacar a flote ese pequeño pedacito de bondad que le quedaba a ese arrogante y estúpido demonio?

- Como así que Jonghonie, Sanggie que te traes con el.

Las mejillas de Yeosang rápidamente se tiñeron de un hermoso rosado claro - Bu-Bueno, estoy conviviendo con el, es normal dejar los honoríficos a un lado para una mejor relación.

Jeong se atragantó con su café. - ¿Relación dijiste?.

- Compañeros sexuales Yuyu, no confundas las cosas - Respondió el mayor sin un matiz de duda en sus palabras, pero lo cierto es que este había empezado a sentir algo más que deseo hacia el rey de los lujuriosos

El rato pasó rápidamente entre platicas agradables, cafés cargados de azúcar y pasteles con un sabor galáctico.

Cuando el reloj dio las 6 de la tarde Yunho supo que debería volver a su casa y enfrentarse a ese quien demonio que lo esperaba ansiosamente, porque tenía algo importante que decirle.

Invocados (Yungi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora