Invocados (Yungi)

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Luego de una larga noche, donde hubieron varias repeticiones, el dúo quedó rendido y sucumbiendo ante los brazos de Morfeo que los aclamaba con necesidad.

La madrugada pasó como el viento en medio de un Huracán, ni se sintió.

Yunho fue el primero en despertar, sintiendo un escozor en su torso, pensó que debía ser la circulación o algo así. Giró su cabeza hacia el lado y pudo ver esa imagen a la que ya casi estaba acostumbrado, Mingi durmiendo pacíficamente mientras su característico hilo de saliva seca recorría su mejilla, llegando a la almohada.

Se estiró un poco velando por no molestar a su mayor y se levantó de la cama con mucho pesar. Caminó hacia el baño, para mirarse al espejo.

Su rostro no se veía mal, las ojeras no era tan notorias, ni el cansancio muy perceptible. Para su mala suerte, el cuello lo tenía cubierto de chupones y mordidas. Luego se encargaría de darle un escarmiento a ese travieso demonio.

Su espalda comenzó a picar más, hasta llegar a dolerle. Retiró su camiseta y dejo a la vista unas manchas negras en forma de mapa que aparecían gradualmente. Intentó tocar una de ellas pero le fue imposible, estas ardían en calor.

Corrió rápidamente hasta donde reposaba el cuerpo de Song y comenzó a sacudirlo para que despertara.

- Mingi, Mingi, despierta joder DESPIERTA - Gritó en su oído recibiendo un zape como respuesta.

- Mmh - Balbuceó Song. - Que quieres Yun es muy temprano, déjame dormir un poquito más - Su voz rasposa salió duramente de su garganta.

- No, mira mi espalda.

- Yun, no tengo energía para otra ronda, déjame seguir durmiendo, más tarde te miro lo que quieras.

Jeong harto de la negatividad de Song, decidió bajar y tomar un vaso lleno de agua fría y lanzárselo en la cara.

Mingi despertó rápidamente asustado por el impacto del líquido en su rostro - Jodida mierda Yunho ¿Porqué no vas a echarte agua fría en el culo?.

- Mira mi espalda.

Song paso su mirada levemente y al notar aquellas conocidas manchas, dio un brinco - No, no, no, joder, tu no Yun.

Yunho rompió en llanto. - ¿M-me voy a morir? - preguntó.

- Por suerte no, pero eso que tienes ahí es algo muy grave, necesito hablar con mis amigos. Puedes salir de la habitación unos minutos?.

- ¿Por qué? Si esta es la mía.

- Yun, te lo estoy pidiendo de favor, no me obligues a usar mi voz demoníaca.

El menor salió de la habitación rápidamente. Mingi al cerciorarse de estar solo cerró sus ojos fuertemente y comenzó a pronunciar unas palabras en su idioma original.

En menos de un minuto, abrió sus orbes y se encontraba en una habitación roja, con detalles negros. La cama era extra grande, un armario empotrado y varios implementos más, nada fuera de lo común.

Se sentó en la cama y vio como la puerta era abierta por el demonio más espeluznante de todo el infierno, con sus ojos azules brillando como el cielo terrestre, a quien llamaba padre, Jongho. Más atrás le seguía Park Seonghwa, su mirada amarilla vibrante, su pelo negro y piel pálida.

- ¿Para que nos llamaste? - Preguntó Seonghwa.

- De hecho no los llamé, lo iba a hacer pero padre se adelantó - respondió Song.

- Es cierto, recuerdan los cuentos que les contaba cuando eran pequeños - Los menores asintieron.

- Todo era verdad, Yeosang está embarazado, nuestro destino está sellado, Park, veo que tus dudas con respecto a Hongjoong comienzan a aflorar en tu interior, solo te puedo decir que sigas tu instinto.

- Y que hay con respecto a mi padre, Yunho está lleno de manchas negras, tienen formas pero no se descifrarlas.

- Wooyoung está vivo y comenzó su venganza, tu protegido es el mapa para encontrar lo único que puede ayudarte a saciar su sed de muerte.

Mingi se quedó boquiabierto. La historia de Jung no había sido para nada linda. Fue el primer demonio en enamorarse de un humano, lo cual era prohibido. Su padre Jongho, lo descubrió y lo delató aún sin saber las consecuencias que esto traería.

Jung fue condenado a muerte, no sin antes ver como su amante era asesinado a sangre fría.

El encargado de llevar a los brazos de la muerte absoluta a Wooyoung fue el mismísimo Jeong, su delator quien un día fue su mejor amigo. Más no pudo, lo dejó en libertad, dejó que siguiera existiendo, haciéndose fuerte y llenándose de rencor, para algún día, volver a atacar, lastima que ese día había comenzado.

- Tráelo a los suburbios, haré lo mismo con Yeosang y Seonghwa con Hongjoong, debemos planear como acabar con esto de una vez por todas.

Los demás asintieron y sin más volvieron a sus "hogares". Pronto se desataría una gran furia, la venganza de Wooyoung, no había hecho más que comenzar.