Hermanos de Sangre II: Un Amor a Prueba de Balas (TERMINADA)

capítulo XLIV -Buenos y malos recuerdos

Axel y Omega estaban sentados en su celda, les habían impuesto un castigo después del incidente con aquel tigre que había perdido el ojo después del ataque de la pantera, a pesar de todo Axel siempre estaba calmado y prefería mantener la paz mental en un momento así, rodeados de cuatro paredes angostas que apenas le permitían a ambos caminar libremente, y así sería hasta su traslado definitivo en Siberia en los próximos días

—No Tuviste que hacerlo Axel, no era tu pelea

—Jamás permitiré que hagan eso contigo, amigo

—Igual no debías, ahora estás aquí encerrado y dudo mucho que nos den alimento suficiente como para estar decentemente nutridos

—Créeme, no es tan malo como parece

—¿ah no? estamos técnicamente en el culo de la prisión, el sol nos va a dorar en la mañana y si llueve nos helaremos, es una celda con un "techo" de barrotes

—¿Recuerdas cuando te dije que se pueden obtener facilidades si tienes dinero suficiente para pagar?

—Si

—Adivina a quienes les acaban de levantar el castigo de esta mugrosa celda

—¿qué?

Omega notaba cómo uno de los guardias abría aquella celda de castigo dándole paso a él y a Axel de poder volver a su celda habitual, la pantera tenía algunas heridas entre su pelaje después de la pelea en el comedor pero apenas podía verse debido a su ropa sobre los cortes pequeños

—Ahí está su sucio espacio, ahora metan sus traseros antes de que los regrese al desagüe —Dijo un guardia que empujaba a ambos amigos a la celda

—No me sorprende que sean unos amargados aquí —Dijo Omega —Pero no es tan malo como creí

—Oye Basilli

—¿uh?

—De verdad extrañas a tus hijos ¿verdad?

El tejón tenía en sus manos una fotografía de él junto a Jack y Nick cuando eran más jóvenes, Axel la había recogido del piso después de que a Omega se le cayera del bolsillo dándosela nuevamente a él

—Como no tienes idea —Respondió él sentándose en su cama —Daría todo por enmendar mis errores con ellos y obtener su perdón

—¿Serías capaz de hacer lo que sea para volver con ellos?

—Si, me enfrentaría a todos con tal de verlos otra vez y ser una familia

—Entonces esto te puede interesar...

Angélica había concluido un día más como piloto del vehículo asignado a Cynthia, ambas hembras llegaban a casa y Lily se despedía dejando a la pequeña Deliah con su madre como todas las noches solían hacerlo, por motivos que Cynthia desconocía se podía ver a Angélica un poco decaída y algunas veces fingía alegría estando con Deliah para que no pensara nada al verla de esa manera

—Oye Angélica

—Dime

—¿qué tienes?

—¿yo? —Respondía la coneja fingiendo sorpresa —Nada, solo estoy un poco cansada

—¡Angélica Chiquita! —Gritaba Deliah corriendo con la coneja de trapo en tus manos

—No mientas, Turner, sé que algo te pasa, tus orejas caídas lo dicen todo

Angélica no respondía y miraba por la ventana en silencio, Cynthia posaba su mano sobre el hombro de su amiga para darle a entender que podía contar con ella para todo, incluso Deliah notaba el estado emocional de la coneja y ponía a la muñeca entre las manos de Angélica para hacer que se sintiera mejor