capítulo XLV -Una familia feliz e infeliz-

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FlashBack... cuarenta años atrás

Eran principios de los años ochenta, la provincia Árabe era un poco más pequeña a comparación de su versión actual, todo era un sitio tranquilo para vivir en paz y armonía, en especial para una familia un tanto peculiar en esa bella y árida zona, una familia poco convencional se paseaba por aquellos lugares, paseando calle tras calle mientras todos comían golosinas en el camino, una familia de tres conformada por una pareja de zorros rojos y una cebra joven de unos diez años a lo mucho, era una familia especial

—Amor, fijate bien antes de cruzar una calle —Decía aquel zorro amablemente a su hija adoptiva

—Si, papá... ¿a donde iremos ahora?

—No lo sé, pensaba llevarlas a ustedes dos al cine y después a almorzar al restaurante Eiffel... adoro la comida francesa

—Querido, no tienes que ser tan ostentoso

—¿por qué no debería serlo? acabo de obtener un ascenso en mi trabajo y quiero celebrarlo con las dos mujeres de mi vida

—Aguarda un momento —Interrumpió Adam—Si tu padre era un buen hombre con lo que me estás contando

—Mi vida era un cuento de hadas... tenía a una familia que me amaba y yo los amaba con todo mi corazón, hasta ese maldito día que inició un infierno en mi familia

Con el paso del tiempo aquella familia perfecta estaba desapareciendo, aquel zorro amoroso empezaba a tener comportamientos raros y casi siempre discutía con aquella vulpina llegando incluso a golpearla, la cosa no terminaban ahí ya que con el efecto del licor que éste ingería también maltrataba a la pequeña Victoria llamándola recogida, inútil y un sin fin de cosas hirientes para la cebra que apenas tenía unos doce años en aquel entonces, además del maltrato físico que ella recibía por parte de aquel mal padre que a aborrecia a su familia tan sólo por un pequeño pero recurrente problema en muchas familias del mundo... una mujer ajena

—¡No toques a mi Victoria!

aquella dama se interponía entre ella y aquel zorro que tenía un cinturón en su mano para golpear a la pequeña, el zorro solo sonreía maliciosamente tomando a su mujer por el cuello llevándola contra la pared

—¿y qué harás estúpida? ¿proteger a alguien que no viene de tu vientre? ¡pero qué demonios estoy diciendo, jajaja! si tu ni siquiera tienes la oportunidad de procrear porque no eres fértil, si siquiera para eso sirves, inútil

Él empujaba a su esposa a piso para después caminar hacia Victoria la cual estaba escondida bajo la mesa, aquel mal padre sacaba a la cebra y la ponía contra la pared rompiéndole su blusa nueva

—Ustedes las presas no son más que una vil molestia en la vida diaria de los demás

—¿papá?,¡AHHHH!

El zorro golpeaba a Victoria una y otra vez  en su espalda desnuda con una vara que había encontrado dejando el cinturón de lado hasta que se rompía dejando a la niña de rodillas llorando de dolor ante su "padre" algunas astillas del objeto contundente se habían quedado clavadas en la espalda de ella sacando pequeñas gotas de sangre, la madre de ella no se había levantado del piso debido a que también había sido golpeada por él anteriormente... el zorro se iba de la habitación de la pequeña tirando aquel palo roto que tenía en su mano dejando a ambas mujeres en aquel estado deplorable

—¡MUERANSE!

—Con el paso del tiempo aquella horrible rutina se volvía el pan de cada día, la amante de él le había hecho algo que provocaba esa actitud violenta, tal vez brujería o yo que sé... pasaron meses con esa maldita situación, ya no éramos la familia que siempre solía salir los fines de semana y él me trataba como una desconocida y me hacía comer fuera de la mesa, incluso en el piso delante de ellos, mi mamá no podía hacer nada al respecto pues él le pegaba cada vez que ella abogaba por mi, era un maldito infierno... jamás entendí el por qué lo hacía hasta que en uno de esos días la mató...

Hermanos de Sangre II: Un Amor a Prueba de Balas (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora