Capitulo 1

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Trate de recuperar el aliento cuando pare de trotar, pero me fue casi imposible, los pulmones me ardían como si estuviera quemándose por dentro

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Trate de recuperar el aliento cuando pare de trotar, pero me fue casi imposible, los pulmones me ardían como si estuviera quemándose por dentro.

- ¡No dejes de correr Zarha, te faltan 3 vueltas! -escuche desde las gradas a mi madre, lucía una coleta rubia alta perfectamente peinada, un conjunto deportivo color rosa pálido y zapatillas del mismo color.

Viré los ojos y me eché a correr de nuevo. Me quemaban las piernas, el pecho y mis rodillas no daban para más, no soportaría tres vueltas más a la cancha. Pero tenía que hacerlo, traté de no abrir mi boca y tomar aire por ella para así no tomaba aire de más y que me diera un dolor.

Seguí corriendo dando dos vueltas más, estaba por llegar a la mitad de la tercera, estaba a punto de terminar, ya no soportaba el dolor en mis piernas. El pecho subía y bajaba desenfrenadamente tratando de tomar el aire que necesitaba para seguir. Sentía el estómago revuelto, echaría todo lo que había en él, si es que había algo. Ya que apenas alcance a desayunar una tostada con café negro.

Seguí corriendo hasta que por fin escuche el silbato de mi mamá, sentí como si la vida regresara a mí y se fuera al mismo instante, me eche a la hierba cansada. Tape mis ojos del sol con el antebrazo. Después de unos segundos escuche el trote de alguien.

-Listo mama,6 vueltas- dijo Xóchitl, mi hermana, cuando se detuvo permaneció en el mismo lugar con un trote estático.

¿Cómo podía haber dado 6 vueltas y verse así? Su coleta rubia permanecía perfecta, no había rastro de sudor, su conjunto deportivo que se basaba en unas medias pegadas al cuerpo color rojo y un top del mismo color el cual combinaba a la perfección con su tez bronceada.

En cambio, yo, usaba un pantalón corto deportivo negro con una camisa verde con HULK en ella. El me daba la fuerza que necesitaba.

-Bien, tomemos un descanso de 5 minutos y regresaremos al ejercicio. -Dijo Yvette, mi madre

-¨Tomemos¨ y ¨regresaremos¨ me suena a manada-dije por lo bajo. Habla como si ella también estuviera matándose acá bajo el sol y sudando de partes que ni siquiera me da el sol.

- ¿Dijiste algo Zarha? -me pregunto la rubia de mi hermana.

-No Xóchitl, nada. - dije.

Permanecí en la misma posición por unos minutos, estaba a punto de quedarme dormida cuando el silbato de mi mamá sonó como un estruendo para mis oídos, maldecí en mi interior. Odio cuando hace eso.

-Vamos Zarha, arriba, no seas holgazana. -me tomo del brazo tratando de levantarme, me queje y me levante soltando mi brazo de un arrebato – desagradecida- me dijo.

-Tu más que nadie sabes cómo odio hacer ejercicio-respondí-sabes lo mala que soy para hacer ejercicio.

-Te gusté o no tienes que mantener tu figura, te engordaste en el viaje a México, te dije que comieras prudentemente, pero decidiste comer de todo y con todo, y he aquí las consecuencias-espetó con tono molesto-así tienes dos opciones dejas de comer el almuerzo y te pones a hacer ejercicio.

ZarhaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora