La vida de Zahra se había basado en seguir los pasos de su hermana mayor, de tener una vida perfecta para la sociedad.
Al conocer a este chico su vida da un giro inesperado.
La llegada de Zachary a su vida será ¿Lo mejor o lo peor?
Averigualo leye...
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-Zahra, es última vez que te llamo, estamos perdiendo tiempo.-dijo Xóchitl-Necesito llegar temprano.
Habíamos acabado la rutina de la mañana, ahora venía el desayuno pero había terminado tan agotada que me había tirado a la cama deseando dormir un poco más. Me levanté a regañadientes, abrí la puerta y Xo estaba con los brazos cruzados esperándome.
Bajamos las escaleras y fuimos a la cocina, el desayuno ya estaba hecho y servido. Nos sentamos cada uno en su lugar, estaba mi madre, mi abuela, mi hermana y yo, probablemente mi hermano no pudo llegar por que era el primer día de escuela de su hijo también.
Mi padre, a la mañana siguiente de la fiesta de Xo se habia ido a un viaje de negocios, el trabajo de mi papá se basaba en eso, hacer viaje con otros ejecutivos para atraer otros más para que invirtieran en la empresa. Mi padre era el dueño pero mi hermano permanecía al mando cuando el no estaba, o sea la mayoría del tiempo.
La relación con mi hermano desde que se casó, se enfrió demasiado, antes los tres eramos muy unidos, pero la gente madura y crece, cada quien tomó su rumbo, me gustaría mucho volver a hacer todas las cosas que haciamos cuando estábamos más pequeños pero probablemente ya no podría.
-Buenos días a todos -saludé y todos me respondieron al unísono.
-¿Estas emocionada por tu último año cariño?-le preguntó mi abuela a Xóchitl.
-La verdad es que si, planeo hacer tantas cosas, meter tantas clases extracurriculares para tener un mejor soporte a la hora de aplicar a la universidad. -dijo ella sonriente
-¿Ya sabes a que universidad aplicarás?-pregunté y ella levantó la mirada, miró a mamá unos segundos y volvió a bajarla.
-Aún no lo hemos conversado-dijo refiriéndose a mamá-Tengo muchas en mente, pero tengo que platicarlo.
Un silencio reino la cocina de nuevo, traté de terminar mi comida para salir lo más rápido posible de ahí, la tensión que se sentía se podía cortar con un cuchillo.
Xóchitl iba a su último año de instituto, es decir que ese año se graduaria, en cambio yo estaba en mi penúltimo año junto con Christian, Kaia y Leah, las últimas no estaban en el mismo instituto al que yo asistía, cada una quiso irse a un instituto más especializado a lo que ellas querían, Kaia a una de canto y Leah a una de arte. Chris y yo nos habíamos quedado en el mismo instituto por que ni siquiera sabíamos que estudiar cuando llegáramos a la universidad.
Xóchitl había querido cambiarse a uno más especializado al área de medicina, pero mi madre se había negado rotundamente diciendo que ella no estudiará eso. Lo sé, suena ridículo que quiera controlar cada aspecto de nuestras vidas, por eso era la mirada que Xo le había dado a mamá, ella estaba empecinada en la carrera de medicina pero mamá se seguía negando.
Al terminar de desayunar salí corriendo de ahí a mi habitación para comenzar a alistarme, las clases comenzaban a las 9:30 a.m.,tenia el tiempo justo para hacer todo lo que tenía que hacer, revisé por última vez mis útiles y uniforme antes de entrar a la ducha.
