¿Cómo rayos se pone un pañal?

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El título como mega spoiler JAJSJA
Disfruten 💖

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Escuchaba quejidos y lloriqueos que lo hicieron despertar, fue hasta cuándo recobro sus sentidos que se dio cuenta que el origen venía de aquel pequeño de cabello gris. Aquel se removía y las lágrimas mojaban su rostro, por lo que con cuidado lo movió un poco hasta hacerlo despertar, logrando que lo viera a los ojos.

-¿Una pesadilla?

El niño se dio cuenta de la realidad, apretando los labios y asintiendo.

-Un niño me estaba molestando, cuando me empujó tiré unos platos sin querer... Cuando vino una de las cuidadoras, les dijeron que yo lo hice. Les dije que fue un accidente pero no me creyeron, una de ellas tenía sus manos muy pesadas -sus temblorosas manos sostuvieron sus propias mejillas -Hacia esto -daba leves palmadas a su propio rostro -"¡Niño malo! ¡A'sushi malo!" Así decía así que le pedía disculpas pero ella solo se enojaba más, a veces me daba sueño y ya estaba de nuevo detrás de las cosas largas

Te golpeaban hasta dejarte inconsciente. Pensó Dazai.

-¿El lugar donde dormías?

-Si, ahí -afirmo bajando y subiendo su cabeza. Después de eso quedó en silencio, jugando con sus manos para después subir su mirada -Dazai-san, ¿soy un niño malo?

-Por supuesto que no -contesto sin titubear, provocando que el menor mostrará una brillante sonrisa

-¡Entonces...! Entonces... ¿Podría decirle eso a los del orfanato cuando vuelva?

El castaño se sorprendió por aquel pedido ¿pero como negarle algo? Se volvia dócil ante sus deseos. Una de sus manos paso por el cabello gris con cariño, mostrándole una sonrisa afectuosa.

-Les diré que eres el niño más bueno que haya conocido, Atsushi-kun

Los ojos bicolores mostraron un brillo peculiar, además que sus mejillas estaban rojizas. De pronto, Osamu sintió como su torso era apretado por unos brazos ajenos, teniendo ahora al niño pegados él.

-Realmente lo quiero, Dazai-san

El mencionado quedó perplejo, sintiendo que el aire escapaba de sus pulmones y que su corazón estaba en una carrera olímpica. Con cierto temor, bajo sus manos hasta la espalda del más pequeño en un intento de corresponder su muestra de afecto.

-Yo también... Te quiero, Atsushi-kun

Y de nuevo ahí estaba, mintiendo como siempre. Una verdad que era mentira a la vez.


Era el 4to día, tanto el pequeño como el adulto se cambiaron de ropa para ir juntos, tomados de la mano, a la agencia. En lo personal, Dazai agradecía que fuera más fácil tratar con esta versión de su subordinado. O eso creía... Si, era mucho más animado, lo escuchaba y parecía tenerle confianza. Pero había una cuestión: era muy curioso.

-Dazai-san, ¿usted quiere hijos?

La pregunta casi hace que detenga sus pasos, si fuera otra persona estallaría en risas, pero con aquel todo, absolutamente cualquier reacción, era totalmente diferente.

-No lo sé, ¿crees que sería un buen padre? -fue una pregunta que no se tomó del todo en serio, pero era diferente para el otro

-¡Claro! -respondió de inmediato, sobresaltando a su cuidador

-¿Incluso si te lastimaron y no estuve ahí?

-Pero me encontró, tenía mucho miedo y llegó como un héroe -agrego con entusiasmo, aunque no le gustaba pensar en esos "hombres malos", jamás pensó que alguien volvería para ayudarlo como él lo hizo -Es mi héroe, Dazai-san

Érase una vez... un bebé tigre | DazatsuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora