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"Chico Fino"


Kei saltó en su Skateboard, mientras huía de su profesor.

—¡Takeda no puede usar eso dentro de la escuela! —Exclamaba mientras intentaba seguir el ritmo del chico.

Algunos alumnos se abrían paso para no terminar en el camino del chico extranjero que parecía no importarle qué el profesor corriera detrás de él llamándole la atención por andar en su Skate dentro de los pasillos.

El peliazul vio que Pah-Chin salía del baño y él se acercó.

—Hola Pah-chin. —Saludó Kei cuando en su camino se cruzó con su nuevo amigo. —¿Te molesta que me esconda detrás de ti?

El rubio se encogió de hombros y Kei se escondió detrás del chico y el profesor continuó corriendo hacia otro lado.

—Aún no entiendo como puedes mantener el equilibrio en esa cosa. —Musito el rubio con sus manos en su bolsillo.

—Mucha practica. —Musito balanceandose. —Perdí la cuenta de todas las veces que me he caído.

Pah-chin se río y de los baños salió Peyan, parecia qué se estaban esperando.

Ya había sido extraño ver a Pah-chin sin Peyan, esos dos parecían como uña y mugre a pensamientos de Kei.

Peyan solo asintió en dirección al joven a modo de saludo.

Kei le hizo una seña a ambos debía de ir a su salón que se le haría tarde para su siguiente clase.

Se deslizó en su Skate tranquilamente hasta llegar al salón donde Yasuda lo miró con desaprobación.

—¿Otra vez huíste del profesor? No puedes usar el Skate dentro de los pasillos. —Le reprendió señalando su Skate. —Juntarte con Peyan te está haciendo ignorar las reglas, ya sabía yo que los delicuentes no son buenos...

—Déjalo ser Yasuda. —Hakki rodó los ojos mientras rodeaba con sus hombros a Kei. —Todavía sigo esperando que te pases por el club de futbol.

—Y seguirás esperando. —Musito la azabache mirando mal a ambos hombres.

Hakki puso los ojos en blanco.

—¿Está prohibido andar en mi Dino? —Preguntó Kei después de un silencio.

—¿Dino? —Preguntó Yasuda 

—Mi Skate. —Contestó el joven.

Hakki se río ante la respuesta del chico nuevo.

—¿Tu patineta tiene un nombre? —Preguntó Hakki.

—¿La tuya no? —Preguntó con confusión el chico.

—Yo no tengo una. —Hakki se encogió de hombros con diversión.

Yasuda soltó un gruñido de exasperación y simplemente miró al chico. —Sólo no la uses en los pasillos.

Él asintió aunque no le gustara la idea.—Lo intentaré.

—Seguirá haciéndolo. —Canturreó Hakki volviendo a su asiento cuando el profesor entró al salón.

Yasuda negó con desaprobación al chico que ya había olvidado el tema.










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—¡Listo! —Musito Kei viendo como las letras doradas estaban bordadas.

—Has mejorado bastante rápido. —Musito Mitsuya mirando el trabajo del joven peliazul.

PRETTY BOY | DrakenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora