VIDA

150 10 3
                                    

—(Green Lantern) sé que puedes recordar…—. Claro que puedo recordar, cada sonido, cada imagen, de todo lo que he tenido que vivir, me pide recordar,  que reaviva todos aquellos momentos, cuando lo único que quiero es olvidarlos.

VARIOS AÑOS ATRÁS.

Aún recuerdo aquél día, no es fácil olvidar la fecha en la cual perdiste a toda tu familia… y a tu planeta. Para aquella edad no tenía idea de lo que era la política, tampoco es que tuviera un gran interés en averiguar sobre el tema,mis padres pertenecían a la casa de los El, una de las casa más influyentes en Krypton, por lo cual casi siempre estaban en reuniones atendiendo temas de todo el planeta, aún así siempre tenían tiempo para estar conmigo, jugar, comer, cantar mi canción favorita para dormir, era la vida perfecta, pero la verdad es que la felicidad solo es un pequeño chispazo en una habitación oscura. De un momento a otro las cosas cambiaron completamente, las calles eran un caos, había explosiones por donde sea, perdí la comunicación con todos mis amigos, ya ni siquiera podía salir de mi casa, sabia que las cosas no estaba bien, y a pesar de todo, mis padres seguían conmigo, me hacían sentir a salvo. 

Mis padres tenían que salir a una reunión urgente por todo lo que estaba pasando, ambos se despidieron de mí, mi madre me dio un beso en la frente mientras que mi padre me dio mi juguete favorito, uno que él me había regalado cuando era una bebé y me dijo que volverían lo más pronto posible, las horas pasaron lentamente, se supone que ya debería estar dormida, pero todas esas luces y el ruido no me dejaban tranquila. Estaba a un lado de mi cama con mi juguete, cuando escuché la puerta principal abrirse y cerrarse fuertemente, mis padres me dijeron que si se escuchaba algún ruido en la casa me quedara en la habitación, pero un llanto que me parecía conocido me hizo salir, lentamente camine por los pasillos oscuros que eran iluminados de vez en cuando por las luces de la explosiones. Mi madre estaba recargada de la puerta con la rodillas flexionadas, ocultando su rostro mientras lloraba, me acerque a ella y le pregunté, "¿qué estaba pasando?, ¿Dónde está papá?", ella simplemente me abrazó y me dijo que todo saldría bien, que no perdiera la esperanza;  nunca más volví a ver a mi padre.

Por alguna razón el planeta no dejaba de temblar, mi casa había sido destruida por uno de estos, mi mamá sólo pudo sacarme a mí, yo quería volver por mi juguete, extrañaba mucho a mi padre, no quería perder lo único que me quedaba de él, pero mi mamá me lo impidió, dijo que era muy peligroso volver así que me llevó hasta su trabajo el cual se convirtió en mi nuevo hogar, mi madre daba vueltas por todo el lugar, estaba tan ocupada que ya no tenía tiempo para estar conmigo, no sabía lo que estaba pasando, de mis amigos o de Kal. Aquella mañana me desperté ya que un trozo de piedra me había caído en la cabeza, rápidamente salí de la oficina en donde dormía, la busqué por todas partes hasta que la encontré mientras discutía con Zod a quien ella mandó a lo que ahora sé que es la zona fantasma. Me trato de calmar, dijo que primo estaba bien, que tenía que reunirme con él, me tomó de la mano y me llevó hasta una nave en la cual me metió, llorando le dije que no me dejará sola, que no la quería perder, ella me dio un último beso en la frente y entre varias lágrimas me dijo que me amaba, la nave se selló, empecé a golpearla pues no quería que me apartara de mi madre, tuve que ver como me alejaba de ella, mientras todo se empezaba a caer sobre a su alrededor, vi como otras naves que intentaban salir del planeta eran destruidas, cuando volví a mirar hacia atrás, el edificio en donde estaba mi madre ya no existía más.

LA TIERRA

Sólo recuerdo la luz roja que no dejaba de parpadear, parecía como si hubiera dormido por varios años y al parecer así fue, cuando la nave empezó a ingresar a la Tierra, creí que iba a morir, cerré los ojos lo más fuerte que pude, deseando que cuando los abriera viera a mis padres esperándome en mi habitación para cantarme mi canción, pero solo sentí el golpe y una vez más me quedé dormida. Desperté cuando las gotas de lluvia empezaron a caer sobre mi rostro, por alguna estúpida razón la nave se había abierto, pronto las pequeñas gotas se convirtieron en varias, así que salí en busca de refugio, estaba sola en medio de la nada y con una gran tormenta sobre mi cabeza, el frío comenzaba a penetrarme hasta mis huesos, el lodo me impedía caminar, sólo podía imaginar que de alguna forma mis padres aparecieran y me cubrieran de la lluvia, en ese entonces me negaba a aceptar que estaban muertos, entonces cuando estaba a punto de morir de hipotermia, ellos aparecieron, creí que me salvarian pero solo me fueron a abandonar junto con otros niños.

YA NO MÁSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora