FLORES

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Durante los siguientes días Kara realizó varios trabajos para Luthor que iban desde lo más sencillo como el transportar un paquete a otra ciudad hasta lo más complicado como el ayudar en sus construcciones que no eran del todo convencionales ya sea por su forma o lugar donde se construían e incluso poniendo en órbita unos cuantos satélites, todo esto claro sin olvidar el proteger a las personas de Metrópolis y ayudar a sus amigas, el cambio poco a poco se notaba más, las personas la habían llegado a apreciar casi al mismo nivel que a Superman, cada día se hablaba más de ella en los periódicos y noticias las cuales hacían énfasis en sus buenas obras y no en los daños materiales que podría llegar a causar pero todo esto la dejaba cansada, algunos días no dormía o tenía muy pocas horas libres para pasar tiempo con sus amigas, un pequeño precio a pagar por todo lo bien que ahora marchaba su vida.

—(Jessica) Hey…Karaa...Karaaa, se ve tan tranquila y tan linda... será mejor que no la moleste— Jessica había entrado a la guarida casi al medio día con el fin de tener un lugar tranquilo donde pudiera leer pero se encontró con la sorpresa de ver a la chica de Krypton profundamente dormían sobre una mesa aun con su traje puesto, su cabello rubio cubría su rostro, sus brazos colgaban en el aire y sus ronquidos se podían escuchar fácilmente, lo que arruinó el plan de la chica perteneciente a los Green Lanterns Corps, Kara estaba tan sumergida en sus sueños que no sintió cuando Jessica con ayuda de su anillo la movió con el mayor cuidado hacía una cama que tenían para cuando hacían pijamadas, una vez que se aseguró que todo estuviera bien y que nada causará algo que pudiera despertar a su amiga, lentamente salió de la guarida dejándola en completo silencio. Pasaron un par de horas cuando por fin Kara habrío sus ojos, después de al fin poder reaccionar se sorprendió de encontrarse en una cama, no recordaba haberse dormido en ese lugar, también le llamó la atención la ausencia de sus amigas en especial cuando era fin de semana, pensó que tal vez se había quedado dormida todo el día y ya era de noche.

Se sentó en la orilla de la cama y estiró todo su cuerpo, a pesar de que no era su intención quedarse dormida, no podía negar que ahora tenía mucha más energía, una vez que todos sus músculos estaban trabajando casi al cien por ciento se levantó para buscar su mochila la cual estaba a lado de la mesa en donde ella recordaba haber dormido, lo primero que hizo fue tomar su teléfono y ver la hora, se sorprendió al ver que eran las tres de la tarde, ¿Porque no habría nadie en la guarida a esa hora?,tal vez salieron al cine o a algún otro lado, Kara no le dio importancia y prendió el televisor para jugar algo en lo que llegaban sus amigas de donde quiera que se encontrarán pero el tiempo pasó y nunca llegaron, ya se había cansado de jugar videojuego, apago el televisor y decidió salir para ver si podía encontrar a sus amigas o distraerse con otra cualquier cosa.

Al momento de salir de la guarida paso frente a Dulce Justicia en dónde las personas se juntaban frente a los televisores algo que sólo pasaba cuando se llevaba a cabo una pelea en la ciudad —(Kara) "Rayos… no me invitaron, rayos...se dieron cuenta de que estaba dormida, rayos… Babs me habrá tomado fotos, si lo hizo la voy a matar" — aprovechando que las personas estaban distraídas mirando la cobertura de la pelea para salir volando hacia donde se estaba librando la batalla guiándose por su super sentido auditivo, era un poco más difícil de lo que todos creían ya que tenía que aislar los sonidos que ella se daba escuchar para poder llegar. 

—(Green Lantern«J») Batgirl necesito tu ayuda aquí—. Las dos heroínas se encontraban en el jardín botánico en donde habitaba el árbol más grande de Metrópolis y una gran variedad de plantas y áreas verdes para pasar el tiempo pero en ese momento era difícil disfrutar de su paisaje más aún cuando grandes tallos salían del suelo y atacaban a las personas, la portadora del anillo se veía superada por la gran cantidad tallos que la atacaban, cada vez que lograba acabar con uno otros cinco la atacaban por la espalda.

YA NO MÁSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora