YA NO MÁS

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Kara miraba hacia el horizonte, donde el mar no parecía tener fin, era un lugar tranquilo, sin personas, sin tráfico, sólo el ruido del viento y de las olas chocando contra el muro del acantilado, -(Jessica) No vas a decir nada, todos te estan buscando, yo te e buscado por todas partes-.

-(Kara) Nunca quise que me buscaran, vete, diles que no me encontraste-.

-(Jessica) ¿Y ya?, eso es todo, te quedarás aquí, no te importan las chicas, tus padres... no te importó yo-. Kara no dijo nada, sólo se quedó sentada en la orilla de aquel acantilado, ni siquiera le mostraba su rostro a Jessica quien no podía estar más molesta y herida, había cruzado un océano enteró, atravesó una tormenta, todo con tal de encontrarla, las lágrimas empezaron a salir de sus ojos,-(Jessica) ¿Lo que me dijiste cuando estabas bajo el efecto de la Kryptonita era verdad?, si no piensas volver por lo menos se sincera conmigo...¿En verdad sientes algo por mi?... Kara-. La chica rubia se puso de pie, se dio la media vuelta dejando ver su rostro que sólo reflejaba indiferencia ante aquella situación, camino hacia Jessica y entonces estiró su brazo con el puño cerrado, le dijo que también hiciera lo mismo, la portadora del anillo le hizo caso y también estiró su brazo pero con la Palma de su mano abierta, la mano de Kara se abrió y de ella cayó una pequeña flor de color azul algo seca.

En un principio Jessica pensó que estaba burlándose pero recordó la cita que tuvieron en el parque y la flor que colocó en la cabeza de Kara, no podía creer que ella la guardará por tanto tiempo, -(Kara) Eso responde tu pregunta-, Jessica le dio un fuerte abrazo pero Kara la apartó, la tomó de una de sus manos y le dijo que por más que la amara y quisiera volver con ella, no podía hacerlo, no después de lo que había hecho, miró el vendaje que aún llevaba Jessica en su brazo, no quería lastimarla de nuevo, recordó cuando la tenía entre sus brazos después de evitar que se estrellara contra el piso, toda la sangre que manchaba su cuerpo, las heridas que tenía, sólo pensar que algo así volviera a pasar, era muy doloroso de imaginar, ella siempre fue dulce, amable, atenta, respetuosa y a cambio estuvo a punto de matarla, merecía a alguien mucho mejor, a alguien que no tuviera tantos problemas y que tuviera la mente en paz, -(Kara) Te amó Jessica Cruz, pero... no debes estar con alguien con tantos problemas...mereces a alguien mejor, solo quiero estar sola, fue lindo verte de nuevo, ojalá vuelva a pasar -. Kara le dio un pequeño beso en los labios para después soltar su mano y empezar a flotar pero antes de que pudiera salir volando Jessica la sujeto de uno de sus pies para detenerla, había venido por ella y se iría con ella.

-(Kara)¿Qué estás haciendo?-.

-(Jessica) ¡Claro que me importan tus problemas, pero solo para solucionarlos, lo podemos hacer juntas!, ¡Además no quieres estar sola, si fuera así, hubieras salido volando cuando me escuchaste llegar, pero no lo hiciste, te amó, sin importar lo que pase, eso no cambiará, sólo escucha a tu corazón!- Kara poco a poco fue bajando mientras las lágrimas empezaban a salir de sus ojos, ambas chicas tenían una sonrisa en el rostro, entonces se abrazaron, aquellas palabras habían sido suficiente para que Kara se sintiera mejor, sentía como si aquella puñalada que le lastimaba el corazón empezaba desaparecer, antes de que viera a Jessica una vez más, había pensado que ella le tendría odio por lo que había hecho, aquella idea la había tenido en su cabeza todos estos días, el pensar que había perdido a la persona que amaba era lo que más molestia le causaba pero ahora sabía que no era así, el amor de ambas era tan grande como para dejar que muriera.

Unos momentos después ambas chicas se encontraban sentadas en la orilla del acantilado, una a lado de otra mientras observaban como el sol empezaba a ocultarse entre el mar, Kara entonces le contó lo que había hecho después de que recuperara el control de su cuerpo. Después de dejarla a ella y a su primo en el hospital fue hasta aquella colina donde solía desahogarse, golpeó el árbol varias veces mientras dejaba salir todo su enojo, pero cuando recordaba lo que le había hecho a Jessica su ira aumentó tanto que golpeó al árbol tan fuerte que lo terminó por partir arrojando la parte superior a varios kilómetros lejos de ahí, entonces voló hasta aquel acantilado, trato de quitarse el traje de Supergirl pero este parecía estar pegado a su piel, pero el odio que tenía hacía esa prenda era tanto que prefirió arrancarselo sin importarle lo doloroso que fuera, fueron varios minutos de agonía pero al final, se sintió libre físicamente, pero su mente seguía perturbada, arrojó el traje al mar para nunca tener que volver a verlo, cada noche miraba las estrellas mientras pensaba cómo se encontraría Jessica y a quienes había lastimado, fueron noches en la que no pudo dormir imaginando que lo había perdido todo.

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