Último Deseo •|SenHaku|

Parte V

Día 31

Uno de los días más importantes para Senku por dos motivos:

1- Su divorcio con Kohaku

2- La presentación de su proyecto

Las fechas habían le coincidido inesperadamente.
Las instalaciones estaban llenas de reporteros y los más grandes científicos del mundo estaban ahí para la gran revelación de su más grande invento.

Un rayo capaz de curar cualquier enfermedad eh incluso "revivir" a una persona con minutos de fallecimiento.

Nada podía salir mal.

Sería un día inolvidable. Se le reconocería mundialmente y sobre todo; estaba decidido a pedirle otra oportunidad a su Leona.

No quería divorciarse, de eso estaba seguro.

Eran las 9:30am y faltaba media hora para la presentación, era la primera vez que se sentía ridículamente nervioso y lo único que deseaba es que Kohaku llegara temprano para que lo acompañará en su logro.

Corrió al baño por agua para lavar su rostro, necesitaba calmar sus ansias.

Cuando estrelló su cara con el agua que había recogido con su manos, dos brazos lo envolvieron fuertemente por la espalda.

—Siento haberte seguido hasta aquí.— dijo aquella voz tan conocida por el científico —Pero se que no te gustan las muestras de afecto en público.— terminó por decir

Senku quizo soltar su agarre para así corresponderle de frente pero ella no lo dejó y prosiguió hablando.

—Gracias por haber aceptado mi petición tan "ilógica" como dirías tú.— le dijo ella en un susurro

Kohaku lo soltó para enfrentarlo cara a cara y así estampar en el pecho del científico aquellos documentos que el le había dado.

—Ya los firmé.— le comento con aquella sonrisa radiante

Senku estaba paralizado.
El no quería eso pero no sabía como decirlo y de todas formas ella no le dió tiempo de acero pues salió con la misma velocidad con la que había entrado.

Segundos después sabiendo que si la dejaba ir jamás la vería de vuelta, salió en su búsqueda pero ya no pudo verla. Fue arrastrado por uno de sus asistentes a la sala de conferencias, era hora de su presentación...

...

Con el día terminado y su presentación un éxito, Senku se arrastró hasta su laborioso tomándose de frente con aquella mesa donde Kohaku había apilado cosa tras cosa.

Con el corazón amezante con salirse del pecho se acercó.

Lo primero que tomó fue un viejo cómic de animé.
El tomo 3 de Death Note para ser más exactos, dicho tomo por el cual el y Kohaku se conocieron.

FlashBack

Senku había pasado la noche en la fila de una tienda de cómics.
Había esperado meses, muy ansioso por el tomo n°3 de su manga favorito y al fin lo tendría.

Cuando al fin abrieron la tienda fue un caos completo, muchos se abalanzaron sobre otros por el nuevo producto y el no se quedó atrás, tomando de aquel estante el último tomo restante.

—Oye bastardo que crees que haces.— le dijo la dueña de la mano que había tomado el cómic al mismo tiempo que él —Este tomo me lo llevaré yo.

—Kukuku lo siento leona pero esperé mucho tiempo por el como para dártelo.— forcejeó él

—¡No soy una Leona!.— le gritó ella —¡Mi nombre es Kohaku y voy a llevarle este cómic a mi hermana Ruri!.— le dijo solemne

Fin FlashBack

«Que manera de conocernos» recordó y río con amargura.

Lo siente en la lista era un bote de ramen instantáneo y otro recuerdo nubló su mente

FlashBack

Era primera vez que tenían una cita "oficial" luego de salir por 5 años consecutivos fingiendo no gustarse.

Todo había salido mal.

Habían planeado ir juntos a la feria y de camino allí la lluvia los había alcanzado empapandolos severamente.

El departamento de kohaku estaba más cercano y corrieron a refugiarse.

La lluvia solo hiba en aumento y los estómagos ya les comenzaban a exigir alimento.

Con vergüenza kohaku le ofreció ramen instante ya que era lo único que mantenía en su departamento debido a la falta de tiempo y experiencia que tenía con la cocina.

Senku aceptó gustoso, no sin antes burlarse de ella.

Ese día se dieron su primer beso...

Fin FlashBack

Ahora los ojos carmín no podían esconder las lágrimas, la amaba.

Era su leona, su mujer, la dueña de su vida y su corazón. No la dejaría ir.

Pasó los siguientes 2 días revisando y recordando con cada cosa seleccionada que ella había llevado.

Todas y cada unas de las cosas que ahí yacían eran parte de su historia.

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Si encuentran algún error yo lo corregiré después.

Lean y disfruten.