El molesto de ruido de alguien tirando cosas despertó a la bella chica rubia que debido a sus instintos se levantó abruptamente de la cama dispuesta a defenderse...
—Ah, buenos días leona. Disculpa si te desperté.— dijo el chico de ojos carmín
—¿Otra vez Senku?.— dijo ella cruzando los brazos y con evidente molestia en su rostro —Hace una semana que no te veo, traté de entrar al laboratorio y no me dejaron. ¿Y ahora te encuentro aquí empacando ropa limpia y tus batas de trabajo?
—Sabes que estoy en un proyecto importante, ¿Te imaginas la cantidad de vidas que salvaría si termino mi rayo petrificador?.— dijo sin siquiera verla —No es momento para reproches y si no te dejaron entrar es por qué yo di órdenes de que nadie me moleste; y nadie es NADIE.— dijo cuando al fin la volteo a ver
—Llevas ya más de un año haciendo lo mismo, a penas te veo cuando estás por salir de la casa.— dijo ella acercándose —Pareciera que te casaste con la ciencia y no conmigo.
—Tal vez debí casarme con ella y no contigo.— contestó rápidamente el científico
—¡Ja! Muy bien entonces hazlo, bastardo.— lo retó
—Me lo haces fácil leona...— dijo sacando unos papeles de su portafolio —Ten, firma.
—¿Q-que... es esto?.— dijo la rubia tomando los documentos
—Quiero el divorcio. Estos 5 años juntos fueron buenos, no te voy a mentir.— dijo tranquilamente mientras se picada la oreja con el meñique —Pero no más, estoy ocupado y no tengo tiempo para ti ahora.
— Senku...— los ojos aguamarina de ella estaban a punto de desbordarse en lágrimas
—No hiciste nada mal. Estos 5 años de vida doméstica y sexo casual fueron increíbles. Tal vez cuando termine mi proyecto podamos tener otra buena sesión; te buscaré ¿si?
— No.— dijo ella mientras se preparaba mentalmente para seguir hablando — Los firmaré con una condición...
—Leona no tendras pensión alimenticia por qué no tenemos hijos.
—...No.— respondió ella cabizbaja —No tenemos.
—Si quieres dinero puedo darte la cuarta parte de todo lo que tengo, quédate con la casa y lo que sea pero ya firma los putos papeles.— Dijo impaciente
—No quiero tu maldito dinero, Senku.— contestó ella elevando la voz —Solo quiero...— su voz se convirtió en susurros —Q-quiero un abrazo... — prosiguió, limpiando unas lágrimas que se escaparon — Durante un mes completo.
—No tengo tiempo para tus estúpidos juegos, Kohaku.— dijo con voz molesta —Toma el dinero como lo haría cualquier mujer y...
—Te recuerdo escoria, que no soy cualquier mujer. Firmaré luego de mi petición.— sentenció la rubia
—Ah claro. Cómo venganza quieres hacerme perder todo el puto tiempo que puedas. Bien, como quieras.— dijo el de ojos carmín cerrando su maleta —Pero tu irás al laboratorio, yo no pienso moverme ni un milímetro de allí.
—Está bien.—
—Bien. Puedes venir a cualquier hora del día, los guardias solo te dejarán entrar una vez al día y no pienso darte más de 5 segundos en un estúpido abrazo. Tendrás 5 minutos para entrar y salir del lugar o alguien más te sacará de ahí.— condicionó él
— Bien.— contestó cruzándose de brazos
— Adiós leona.— dijo mientras salía
— Adiós, bastardo.
Continuará...
Será una pequeña historia con capítulos cortos.
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Último Deseo •|SenHaku|
أدب الهواة"Cumple mi último capricho. Luego me iré tal como pediste" • Capítulos Cortos • Senku x Kohaku • Los personajes pertenecen al anime "Dr. Stone"