Laguna

Capitulo 4

Esa noche fue la más corta de mi vida, seguimos hablando asta el amanecer ya que no parábamos de hablar, también lo obligué a ponerse mascarillas y que me pintara las uñas que obviamente lo hizo enojar.

- ¡NIÑOOOS! Despierten ya es muy tarde, van a llegar tarde a trabajar- grito la señora min.
-NO QUIERO IR- Le grito suga
-Tia min déjenos dormir otro poco- conteste acomodándome en el pecho de suga y el cual este me abrazo para estar más cómodo.
-Estos niños, si no bajan en 5 min saben como me gusta levantarlos- ordeno
-¿QUE? ¿NOOO? Ya vamos- dijimos al unison

Por lo cual nos despertamos con tal amenaza que había echo, se me olvidó que estamos en la cáma de suga por lo cual caí de inmediato.

-Esta todo bien allá bajo- dijo burlón.
-No te rías, me voy a morir de una contusión- dije adolorida.
- es tu culpa, te as quedado miles de veces aquí no puedo creer que todavía no te acuerdes en las mañanas que mi cama está en el techo de mi cuarto- dijo este bajando la escalera.
- me duele mucho, creo que pediré el día- dije quejándome.
- Ni loca, iremos juntas al trabajo, párate- ordeno suga- ¿Oye ? ¿Que te paso en la cara?-pregunto
-Que tengo- lleve mi mano a mi cara- estoy sangrando, creo que me raspe con la escalera cuando me caí- me quede pensativa.
-No me importa, vamos a bañarnos- contesto

A los 20 min bajamos arreglados y bañados, como sabía que teníamos las bicis esta ves decidí que si me arreglaría, me puse un vestido, zapatos con tacón, me hice unos cuantos chinos y baje.

-Chicos desayunen antes de irse.
-No, ya vamos tarde- dijo para salir de la casa.
- Lo siento tía min será otro día, nos vemos- conteste con una sonrisa.

Salimos y nos subimos a nuestras bicis para ir respectivamente a nuestro trabajo el cual quedaba a 15 min de la Laguna.

-Entra ya,vendré cuando termine tu turno
-Ayer dijiste que me verías en tu descanso y nunca llegaste- me queje.
-Tengo cosas que hacer- dijo enojado.
- Ustedes les gusta llamar mucho la atención verdad- contesto alguien detrás de suga.
- Otra ves tú, métete en tus propios asuntos- dijo suga enojado.

Lo cual Jimin se le quedó mirando sin ninguna expresión para después dirigir su mirada a mi.

-Ella es mi asunto- contesto sonriendo.

Después de eso se metió por la puerta de los empleados.
- que acaba de decir, no me dijiste que no tenían nada que ver? - grito suga.
-Y no lo tenemos, solo lo dijo para hacerte enojar.
-Escúchame bien, si el té hace alguna cosa por mínima que sea quiero que me digas- dijo casi en un susurro- me cae tan mal igual que tu amigo imaginario, asta creería que son las misma persona.

Dijo para después alejarse he ir directo al súper  donde trabajaba, tengo que hablar con Jimin tengo que saber que es, ¿quien es? Y por que sigue molestándome, por lo cual fui directo al camerino de hombres donde el se encontraba.

-quien te crees que eres? - le dije enojada.
- ¿Yo?- dijo burlesco- yo soy Jimin- contesto con una sonrisa- ¿No te acuerdas de mi?- volvió a su tono serio.

Estaba muy nerviosa de tenerlo enfrente de mi , claro que era el, el que me cuidaba de pequeña, pero por que el? , por que no a cambiado nada? , contrólate maneja la situación.

-Claro que me acuerdo de ti, eres mi amigo imganario- dije sonriendo.
- eso era para ti? ¿Solo de tú imaginación? - contesto acortando nuestra distancia.
- entonces si no eres producto de mi mente entonces que eres? - conteste dudosa.
- Te lo dije hace mucho tiempo- en el tiempo donde no me temías.
- Yo no ten tengo miedo- conteste enseguida.
- Enserio entonces por que siempre huyes de mi?- pregunto.
-por que no confío en nadie- conteste con el mis tono que el.
- ¿Enserio? ¿Entonces qué hay de ese tal suga?
- el es mi amigo de la infancia.
-Yo igual lo soy, que me hace diferente a el? - contesto.

Me quede callada, el tenía razón lo conocía en el mismo tiempo que a suga la diferencia es que todos veían a suga y cuando platicaba de el la única que podía verlo era yo, después de que me fui nunca más pensé en el asta que regresé a este lugar, estaba tan metida en mis pensamientos que no me había dado cuento que estábamos lo suficiente mente serca.

-¿Que te pasa no puedes contestar?- dijo entre resoplidos.
-¿Yo? Lo qué pasa es que... - estába tan nerviosa, nuestros alientos chocaban por estar tan juntos.

Este empezó a acortar la poca distancia que teníamos, iba directo hacia mis labios lo cual por instinto hizo que serrara los ojos, podía sentir lo serca que estaba de mi, cuando alguien abrió la puerta.