Capítulo 02

536 21 2
                                    


*RIIIIING*

El timbre que marcaba el fin del primer día escolar hizo su aparición.

—Alumnos, antes de que se retiren quisiera que elijamos al presidente de la clase. — Dijo la maestra.

—Solo digan que es Annika nuevamente. — Susurró Yamamoto, quien estaba sentado a mi lado.

—¿Ella siempre es la presidenta?

—Tiene sentido, ¿no? Después de todo es la mejor de la clase.

Aparentemente ella no solo tenía una apariencia perfecta, además sus méritos académicos no estaban por debajo de su belleza.

—Muy bien, supongo que si nadie se ofrece de voluntario tendré que ser yo quien elija. Annika, tu eres la más indicada para el puesto ¿Podrías ser la presidenta por otro año más? —Preguntó sonriente la profesora.

—Si, déjemelo a mí. —Respondió amablemente Annika, ante el aplauso de la clase.

Pequeñas voces murmuraron:

"Wow, realmente es perfecta."

"No se podría esperar menos de Annika."

"Realmente es la mejor."

—Acaso ella está...

—¿Huh? ¿Dijiste algo Logan?

—No, olvídalo. No es nada.

Esa pequeña escena me trajo un deja vu; quizá solo soy yo proyectando mis traumas pasados, pero realmente me pareció que su sonrisa no era sincera.

Ya en la entrada, Yamamoto y yo estábamos por tomar cada uno un rumbo distinto en dirección a nuestras casas.

—Logan, mira. Hay una chica linda que está mirando en esta dirección.

—¿Hmm?

—Cr-creo que me está viendo.

Voltee en dirección en la que Yamamoto estaba mirando. Solo se trataba de una niña piel canela y falda demasiado alta que nos miraba con una, poco común en ella, timidez.

—Si, definitivamente está mirando hacía aquí. —Contesté indiferente.

—Me parece que es de una clase más joven ¿Crees que sea una de esas chicas a las que le gustan los mayores?

—Posiblemente se haya enamorado de ti, Yamamoto.

—¡¿De verdad lo crees?! Dios, es una preciosidad. ¡Y está viniendo en nuestra dirección!

La expresión de Yamamoto era la de alguien al que la vida le sonreía, casi podía escuchar sus pensamientos con fantasías pervertidas en las que aquella chica lo llamaba "Yamamoto-sempai" o algo parecido.

La "preciosidad", que yo conocía desde hace tiempo, era para mí solo una chica con complejo de gato rabioso.

—¿N-nos... vamos? —Dijo la chica de piel bronceada, que ya se encontraba frente a nosotros.

—¡Si, déjame cuidar de ti! —Y Yamamoto tomó su mano con un rostro de felicidad y paz que nunca había presenciado en otro ser humano.

—¡¿Qué demonios te sucede, idiota?! —Gritó mientras lanzaba una doble patada voladora que mandó por los cielos a Yamamoto.

Así es, la "preciosidad" no era otra persona que Maya, la niña gato que me despierta todos los días con ataques sorpresa.

Yo era a la persona que observaba. Claramente ella me estaba esperando para volver juntos a casa, después de todo vivimos en el mismo lugar.

Reencarné como el hijo de Lana RhoadesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora