Cuando florece la camelia

Capitulo 2

Koi no yokan

"Mientras dejes que mi hermano hable, todo saldrá bien", el joven Mei Hanxue gira una flauta de jade en su mano, haciendo contacto visual con Mo Ran a través del espejo de bronce. Los delgados dedos de su mano izquierda hacen girar la flauta con facilidad, un claro indicio de que es un jugador diestro.

Actualmente, Mo Ran está de pie frente a dicho espejo de bronce, admirándose vestido con un uniforme azul que le ha traído Xue Meng. Un tono de azul que se destaca en medio de un azul marino y azul cielo, la tela del vestido no es ni demasiado oscura ni demasiado clara.

El mayor de los gemelos ha realizado un hechizo de magia vudú en Mo Ran. Cuando Mo Ran se enteró por primera vez de la idea, se negó rotundamente, pero los tres no se movieron.

 Después de mucha resistencia y de ser inmovilizados por el joven Mei Hanxue y Xue Meng (quienes, en la humilde opinión de Mo Ran, forman un dúo molesto y formidable), el hechizo se había lanzado de todos modos. En resumen, Mo Ran se pasa los dedos por su cabello sedoso y mágicamente largo, medio atado con una cinta azul marino.

Atar su cabello había sido un dolor en el trasero y si no fuera por que Xue Meng se lo hubiera atado, no lo habría logrado.

Se coloca algunos mechones detrás de la oreja. No está acostumbrado a la longitud y algunos de los mechones se le pegan a la nuca debido a la humedad. Mo Ran agradece a quien sea que esté arriba que la gente en el futuro haya abandonado esta práctica y, en cambio, haya puesto el cabello corto a la moda. Aunque también cree que luce totalmente el flequillo que enmarca su rostro y el largo, combina bien con la ropa tradicional.

"Así que soy tu primo. ¿Y quién va a creer esta mentira? No nos parecemos en nada", enuncia Mo Ran cada palabra. Es una mentira inarticulada, una que no tiene sentido porque nadie es tan tonto. La gente verá a través de la fachada.

"¿Cuándo se parecen los primos? Somos huérfanos, ni un solo alma sabe nada de nuestra historia familiar. Si decimos que eres un pariente nuestro desde lejos, ¿Quién se atreverá a refutarlo?" Las comisuras de los labios de Mei Hanxue se levantan muy suavemente, él tiene toda la razón y lo sabe. No tener vínculos en el mundo siempre ha tenido sus propias ventajas.

El mayor de los gemelos ya ha atropellado a Mo Ran con los detalles y no importa cuán a prueba de balas los hermanos y Xue Meng crean que es su plan, es suficiente para hacer que Mo Ran sude muchísimo.