Prince Alpha. [LixBin]

Capítulo 4.

Hyunjin no cabía en su asombro y enojo al haber escuchado todo. Aquellas cuatro paredes dónde el Príncipe Yongbok se unía en cuerpo y alma al Omega Changbin.

Aquel almizcle, delicioso e hipnótico le había despertado de su profundo sueño. Más se vió totalmente rechazado y dolido al notar lo que estaba pasando. El muchachito ya estaba en brazos de un alfa, disfrutando, gozando, mientras él se lamentaba el no ser capaz de actuar antes.

Si se hubiera apresurado, ahora mismo tendría a Changbin bajo su cuerpo, llorando de placer, cegado por el calor de ser llenado con su esperma.

Dejarlo preñado con sus cachorritos.

Decidió que era prudente dejar la zona, y volver a su habitación. Con toda la dignidad que le quedaba, y una dolorosa erección en los pantalones, se fue.

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Félix se dedicó la noche completa a follar con su muchacho. Cada hora fue aprovechada de la mejor forma, vez tras vez de abundantes corridas al cálido interior que estrujaba su polla.

Así, podría estar más que seguro de que le daría bonitos bebés a Changbin, la sola idea de verlo preñado con sus hijos, le hacía recobrar energía como arte de magia.

Se encontraba tras él, azotando su bonito culo por décima vez esa noche. Más no podía simplemente recostarse y dormir, no cuando el Omega pedía ser destrozado por él. Sabía que Changbin amaba su aroma, lo dominante que era, su posesividad, su olor a macho Alfa.

Una última estocada, y se permitió disfrutar de que el cuerpo de Changbin estrujara hasta la última gota de su ser.

Ambos cansados, agotados, pero satisfechos y profundamente felices.

El príncipe atrajo a su Omega a su pecho, el más bajito podía sentir los latidos de Félix, calmados después de semejante ajetreo.

-. príncipe Félix, ¿podré quedar esperando un bebé?.- Preguntó, emocionado.

El Alpha sonrió enternecido.

-. esperemos que así sea, cielo. pero si no pasa, no te sientas mal, en algún momento tendremos unos hermosos bebés con nosotros, te lo prometo.- Y besó su frente.

-. quiero darle hijos, desde que lo conocí he deseado ser tomado por usted, y he soñado tantas veces dando a luz a sus cachorros.- Confesó.

Un escalofrío recorrió la espalda de Félix, con solo aquellas palabras, estaba duro como una roca, nuevamente.

Atrajo a Changbin a su regazo, él como buen Omega ya había entendido el mensaje. Abrió las piernas a cada lado de las caderas del Alpha, gimiendo gustozo cuando el miembro grande y venoso rozó su entrada mojada.

-. si no quedas encinta con todas las veces que te he hecho el amor, entonces tenemos muy mala suerte.- Rugió.

Tres de sus dedos penetraron al cachorro, pillándolo despistado. Con su otra mano, se dedicó a manosear sus nalgas, mientras lo follaba con sus dígitos.

Changbin se apoyó en su pecho, moviéndose para montar las falanges del príncipe.

-. quieto, preciosura, te vendrás con mi polla, no con mis dedos.- Dicho esto, los sacó para acomodar su longitud.

Changbin fue lento al montarlo, disfrutando de cada maldito centímetro de carne que entraba. Félix gimió, sus piernas temblaron.

No importa cuantas veces haya sido animal esa noche, seguía apretando como la primera vez que le hizo el amor. Delicioso, exquisito, no había palabra más acertada que esas. Cálido, y muy húmedo.