👑Princesa De Hielo💙❄

❄Capitulo 13❄

El día está nublado. El viento es frío. Camino hasta el árbol que está al lado del lago. Veo como avanzan los estudiantes de un lado a otro. Miro cerca del lago y lo veo, su mirada perdida en el lago, sus piernas  estiradas. Mira el cielo, ve entre las ramas. Me acerco sigilosamente hasta él. Sigue con los ojos cerrados. Hago un escaneo completo de su rostro. Sus labios carnosos y con aquel tono rosa, su nariz perfilada, sus pestañas largas cayendo sobre sus pómulos.

-Aurora, si me sigues viendo así, no  me voy a controlar - Me asustó.

-¿Qué te hace pensar que quiero que te controles?- Sus ojos se abren sorprendidos. En sus pupilas se remarcan las llamas del fuego.

-¿En serio?- Sonríe pícaro.

-No te creas- Le doy un suave golpe en el brazo.
-¿Qué paso añoche, James?- Me siento junto a él.

-¿Sabes? A veces hay pequeños detalles que se les escapan de las manos a los seres humanos, cosas que sienten que no podrán resolver, que estarán perdidos o hundidos. A veces creo, que si ellos supieran valorar lo que tienen ya sea mucho o poco, todos podrían ser felices-. Me mira. Sonríe.

-Acaso me estas diciendo que sea feliz con lo que tengo, ya sea bueno o malo. Concluyó.

-No, princesa, mira-Estira su mano, de la palma de su mano salen dos figuras en llamas. -Los humanos, normalmente viven poco tiempo, pero se limitan demasiado; no valoran su tiempo en este planeta, su vida es escasa y la mayoría de ellos no viven como deberían hacerlo- Las dos figuras empiezan a tener apariencia de unos pequeños bebés.
-Los humanos, deben de aprender que cada minuto es valioso, desde el momento en que nacen.- Las figuras empiezan a crecer.

-¿Crees que a nosotros nos pasa igual?- Hace un gesto de negación con su cabeza.

 
-Sabes que nosotros solo morimos en el momento que nuestra estrella es arrebatada- Muestra una estrella saliendo de la figuras mientras está se apagan lentamente.

-James, sabes lo que pienso-. Niega.

-Qué solo estás evitando decirme la verdad- Estiro mi mano junto a la de él. Hago que dos figuras de agua broten de mi mano. -Te contaré un secreto. Los seres humanos son diferentes, todos tienen distintos ritmos, ninguno es igual, eso los hace irreales. Te digo por qué. Porqué todos piensan en distintas formas y no todos se van a quedar viendo como su vida les pasa frente a sus ojos sin siquiera disfrutarla- Las figuras de agua, suben una montaña empinada, luego hago un avión del cual las figuras salte en paracaídas.

-Ahora, deja de desviar mi pregunta y dime ¿Qué paso anoche?-. Me mira. Lo miro, acerca un poco su cara a la mía. Sonríe, una sonrisa suave y algo melancólica. Se acerca un poco más.

-Tendremos muchos problemas por esto-. Habla y sin avisó me besa. Sigo el movimiento de sus labios. Fuego, su calidez recorre mi cuerpo. Entonces lo veo, sus recuerdos del día anterior. Muerdo su labio inferior terminando el beso y el recuerdo.

-Serán muchos-. Lo miro a los ojos. Veo las llamas en sus pupilas. Mi celular vibra. Eka. -Debo irme- Me levanto.

-Llámame si ocurre algo-. Le sonrío. A mitad de camino volteo hacia él, ya no está. Cada día desaparece más rápido.

Camino hasta la entrada del vestíbulo. Entró al baño de niñas. Verifico que no haya nadie. Espero unos segundos mientras me miro al espejo.

-Deberías tener cuidado de a quién sigues- Alzó la mano, provocando que la fuerza del viento cierre la puerta. Me volteo, entonces lo enfrento.