Capitulo 10 *Destructor*

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James

James

¿Por qué? ¿Por qué ella

No dejo de pensar en aquel libro. Sino se hubiese congelado, tal vez todo habría sido distinto; pero, ahora  este perdido. Golpeo la pared frustrado.

El recuerdo de sus ojos invade mi mente. Esos pequeños y bellos ojos color azul. Su risa, su dulce y ruidosa risa. Me doy una bofetada

-Ah! Reacciona, James- Doy vueltas en la habitación. ¿Debería informar esto a mi padre? Y si solo fue mi imaginación, tal vez deba esperar un poco y confirmar que sea ella. Me asomo a la ventana, el cielo esta despejado. Miro mir reflejo en la ventana. Mis ojos destellan, veo las llamas ardiendo. Están aquí, en esta dimensión. Tomo mi chaqueta, salgo de la habitación, bajo las escaleras. Salgo del instituto y camino hasta un callejón vacío. Un circulo en llamas me rodea. Llego al bosque, en el que sentí la presencia de ellos, Destructores.

Aparecí cerca del lago. Trato de ubicarlos con exactitud. Entonces la vi. Aurora. 

-¿Qué hace?- Juega con el agua. Levanta gotas de agua en el aire convirtiéndolas en copos de nieve.

No sé que sentimiento es más fuerte en estos momentos, si la nostalgia de que justamente, ella tenga que ser mi enemiga o el hecho de que solo  verla hace que mi corazón se acelere. Se asusto, los copos desvanecieron.

-Mierda! - Susurre. Un ave salió de los árboles. Entonces recordé porque estaba en el bosque. Le di una última mirada al lugar en el que estaba Aurora, vacío, se fue. Espero que no se encuentro con ellos.

AURORA

Corrí en busca de Eka y Terried.

-Chicos- 

-¿Los sentiste?- Pregunta Eka. Asiento.

-¿Qué hacemos?- Pregunta Terried. Toma la mano de Eka acercándola más a él. Trato de pensar en algo.

-Podemos escondernos y observar, ya saben estudiar al enemigo- Nos miramos.

-¿Estas segura, Aurora? Creo que sería muy peligroso- Sugiere Eka.

-Ella tiene razón- Terried la apoya.

-Bien, vámonos- Doy miradas a mi alrededor. Nos tomamos de las manos. Un circulo de nieve nos cubre por completo. Aparecemos en el campus del instituto.

-Los veo luego chicos- Me despido. Me alejo del campus lo más rápido posible. Entro al gimnasio, nada. Pasillos, nada. ¿En dónde estás imbécil?

Algo en mi interior me pedía buscarlo, deseaba encontrarlo, que estuviese haciendo cualquier estupidez, lo que fuera; pero, sabía que no lo encontraría. Y aún así buscaba, rogando que no fuera él, que fuera  mi imaginación. Que mis ojos me engañaran, que tal vez el chico que vi no erra él, sino un simple muchacho de allí.

A quien quiero engañar. Camine por los pasillos sin rumbo, subí escaleras hasta llegar a la azotea. Me detuve en el momento que lo vi aparecer. En ese segundo vi pasar lo feliz que me hacia el hacerle bromas, lo normal que me sentía cuando lo veía, las burbujas en mi estomago. Sentí que algo cayo por mi mejilla, ¿agua?, no, no era solo agua, era una lagrima.

-No Aisha, no sé si  quiera ir hoy- Hable. Abrí la puerta. -Te llamo luego- Guarde mi celular. -Oh, James- Disimule.

-Aurora, que sorpresa verte aquí- Sonríe. Camino hasta él.

-Veo que ya estas mejor- Sonrió picara. Paso a su lado, me acerco a la repisa. Miro abajo.

-Muy chistosa- Se sienta junto a mi. – Deberías cuidarte, en cualquier momento me vengare por eso-. Se acerca.

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