Sangre y agua

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Caer es como volar, volar solo una vez en tu vida. El aire se torna más frio y estoy a punto de quedarme dormida. Mi cerebro es compasivo, no quiere que morir me duela.
Un aire tibio enfria mi nariz y siento que me abrazan por la espalda mientras floto. El aliento en mi oreja erisa mis vellos y despierta mis pesones como botones de rosa. Mis pies tocan el pavimento de la entrada del hotel Península, y por primera vez no siento dolor, nada me falta. Aquello que me trajo hasta aquí no quería que muera sola.
Ya puedes abrir los ojos—me dijo al oído.
Su voz era suave, me ocasiono un fuerte ASMR y una inexplicable sensación de querer besarla.
No quiero abrir los ojos.
-Te perderás lo mejor Ana- la tibieza de su aliento vuelve a rozar mi vulnerabilidad, me convence.
Sus labios rojos como dos cerezas jugosas. Un hoyuelo retoca su mejilla. El lunar en su cuello llama estrepitosamente mi atención, es una luna, una hermosa media luna.
—¿Estás bien?—me pregunta mirándome los labios. Siento un aire de deseo en sus palabras.
Me quedo observándolo, estoy impactada. No sé si estoy viva o muerta.
Toma mi mano con una extraña delicadeza, luego hace un diminuto y placentero corte en mi dedo índice con una navaja.
—Sangras, estás viva— dice mientras guarda la navaja en su chaqueta negra de cuero.
Comienza a llover. Observo como la sangre se mezcla con el agua y el pequeño corte desaparece. Levanto el rostro y él ya no está. Lo con la mirada por todas partes. Miro a los hombres pasar y pienso que todos se parecen a él
Una voz familiar me llama del otro lado de la calle.
— ¡ Anaaaaaaa !
La reconozco con solo mirar sus zapatos preppy. Cruza la calle como si estuviera en una pasarela de la semana de la Moda en Nueva York y me golpea, accidentalmente con su paraguas de cuadros.
—¿Dónde estaba tontita? llamé a tu departamento y dejé diez mensajes en tu contestadora.
No para de hablar.
—Tom y yo te esperamos en nuestra cena de compromiso. Preparamos tu platillo favorito. Pollo Asado con ensalada de Col. Estábamos muy preocupados por ti ¡Dónde te habías metido?
— Estaba en exámenes finales, perdón.
Miro discretamente a mi alrededor para tratar de encontrarlo.
— ¡Vamos, por un café! —exclama Cherry con su habitual y exagerado entusiasmo.
Mientras Cherry habla de la dieta que hace para tener el abdomen plano el día de su boda, pienso en él. En su pecho abrazándose la espalda mientras caímos al vacío. En el placenteo del corte que me hizo en el dedo. En su voz.














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⏰ Última actualización: Sep 26, 2021 ⏰

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