Nickolas

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Narra Sofía

Me despierto en una habitación blanca con muchos cables conectados a mi cuerpo, miro hacía los lados he identificó que estoy en el cuarto de un hospital, sigo moviendo mi vista hasta toparme con Nana sentada en un sofá, muy concentrada leyendo una novela, aclaro mi garganta para que note que me desperté y la veo que enseguida se para y se dirige a mí.

—Mi niña, desepertaste.- Dice acariciando mi rostro y regalándome una hermosa sonrisa.

—¿Que sucedió Martha?.- Le preguntó confundida, al no recordar mucho de lo que ha pasado.

—Te desmayaste, cuando terminaron de darle la sentencia a Nickolas, enseguida te trajimos al hospital.- hace una pausa.- el doctor nos explico que el desmayo se puede haber ocasionado por varios factores, por no haber  desayunado, por el estrés de la situación, por acumulación de emociones de todo este tiempo.... O un embarazo.- dice esto último en un susurro.

—¿Un....un embarazo?.- Pregunte atónita, no, no puede ser, un embarazo, y de Nickolas, lágrimas comienzan a brotar de mis ojos.

—Eso último, es solo una pequeña sospecha, que de seguro sea solo eso, una sospecha.- Me acaricia el pelo en busca de tranquilizarme.

—¿Ya hicieron alguna prueba?.- Preguntó temblorosa.

—Si, te sacaron sangre, en 24 o 48 horas están los resultados.- Me dice de manera cautelosa.

No puede ser, no puede ser, yo, embarazada, ¿De Nickolas? No, no y mil veces no.
Empujó a Martha lejos de mí y arranco todos los cables y circuitos que están enchufados en mi cuerpo y me levanto rápido de la cama.

—No, no, no Sofía, cálmate por favor.- Me dice tratando de calmarme, pero todos sus intentos son en vano, estoy cegada, me corrijo, estoy asustada, no puedo estar embarazada, menos de Nickolas, un embarazo fruto de una violación, me niego a ser madre de un hijo de Nickolas.

Hago oídos sordos a las súplicas que hace Martha para qué me quedé acostada, esperando a que venga el doctor, y salgo, salgo corriendo.

Me detengo cuando mis piernas ya no aguantan más y comienzan a fallarme, camino hasta un árbol que hay cerca y me siento, cansada, agotada, exhausta y lloro, lágrimas comienzan a brotar de mis ojos y no se detienen, tengo una cortina de lágrimas y lo único que veo es nublado, veo que alguien se acerca a mí y se sienta a mi lado, trato de calmar mis lágrimas para poder identificar quién es.

—Tranquila, no te hare daño.- Me dice una voz conocida.

—Te extraño y te necesito tanto mi amor

—Pero estoy aquí.- Me dice Dereck con una sonrisa.

—Estás pero no estás.- Le digo y suelto una risa triste.- De seguro solo sos una alucinación de mi mente

—¿Y no me podes disfrutar mientras esté aquí? Sin importar si soy una alucinación, un fantasma o un espectro.

—Solo abrázame.- Le pido y lo hace, pero no siento la calidez y paz que normalmente sentía al estar con él, mis ojos vuelven a inundarse de lágrimas.

—Deberias volver al hospital.- Me dice mientras me acaricia el pelo.

—No quiero, quiero irme a mi casa.

—Pero, Sofía debes.- Lo miro y deja de hablar.- Está bien, te acompaño.

Nos paramos y comenzamos a caminar en silencio, lo miro y sonrio triste, me pone triste saber que no vamos estar más juntos, no pudimos ser felices, no pudimos disfrutarnos, amarnos.

—¿Tengo monos en la cara?- Me pregunta sacandome de mis pensamientos.

—¿Qué?

—Si, es que me estás mirando mucho, quizás tengo algo en la cara.- Me explica

—Solo apreciaba tu belleza.- Le respondo de broma, y lo miro extrañada al ver que estaba mirando a un lado mío y a la vez se reía.- ¿Y tu qué ves?

—Estamos caminando en la calle, y tu estas con una bata de hospital, hablando con un muerto.- Me responde y luego suelta una carcajada.

Miro hacía los costados y noto que la poca gente que hay a nuestro al rededor nos están mirando de manera extraña, y entonces caigo en cuenta, no están mirándonos, están mirándome a mí, volteó a ver a Dereck y veo que me mira con una sonrisa burlona.

—Claro, entiendo, todo esto te divierte, ¿No?

—Puede ser que un poco.- Me responde riendo, vuelvo a mirar a mi alrededor y me rio yo también, deben de pensar que estoy loca.

Seguimos caminando entre risas y miradas confusas de la gente hasta que llegamos a casa, entramos y la casa está totalmente en silencio, al parecer no hay nadie. Subimos y me dirijo directo al baño para ducharme, luego de un largo rato bajo el agua salgo y voy a mi habitación, me encuentro a Dereck acostado en mi cama mirándome con una sonrisa, abro mi ropero, busco algo para ponerme y me acuesto a su lado, me abrazó a él y caigo rendida.

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Aparezco

perdón, perdón y mil veces perdón, estuve con mil problemas, problemas internos, amores, autoestima, familia, estudios, el futuro, tenía mil cosas es la cabeza y no tenía inspiración, perdón.