Nickolas

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Narra Nick

Me voy acercando lentamente al ver que no pone resistencia, al final Manuel tenía razón, solo necesitaba decirle un par de cosas lindas para que caiga rendida a mis pies.
Salgo de mi pequeño tranze al ver que sigo avanzando y nunca llego al rostro de Sofía, abro los ojos y la luz volvió, pero la que se fue ahora, es Sofía, busco por la cocina luego por la sala y nada, decido subir a buscarla a su habitación.

—Sofia, abre se que estas ahí.- digo golpeando la puerta.- En algún momento tendrás que abrirme no te olvides que dormimos en la misma habitación.

—¡Mi padre no estará por un largo tiempo, así que puedes dormir en su habitación!.-Grita desde el otro lado de la puerta.

—Ya abreme Sofía ¡Por favor!.-Grito apoyando mi frente en la puerta, pero deja de apoyarse bruscamente cuando ella decide abrirla.

—¿Qué quieres?.- Pregunta mirandome enfadada.

—¿Por qué me dejaste allí parado, cuando estabamos a punto de besarnos?.- Le pregunto enfadado.

—Por qué eso no tiene que pasar, propusimos una tregua no una amistad con derecho.- Dice cruzandose de brazos lo que me causa gracia pero no me rio ya que pensara que me estoy burlando de ella.

—¿Tanto drama por un beso? Si que eres dramatica, solo te pedí un beso, no sexo, tonta.- Digo pegandome con la mano en la frente, y además del golpe de mi mano recibí el golpe de la puerta ya que Sofía la cerro muy fuerte causando un ruido horrible y causandome un gran dolor de cabeza por el golpe.

Decidí irme a la habitación de Carlos, el papá de Sofia, ya que ella no me abrira la puerta. Mi cabeza duele horrible, busco en la mesa de luz para ver si no hay alguna pastilla para el dolor de cabeza y no encuentro ninguna, recuerdo que las mías estan en la habitación de Sofía y golpeo mi frente nuevamente con la mano cuasandome más dolor del que ya sentía.

Maldición, esa niña mal criada si que me golpeó fuerte, mañana ya la haré sentir culpable por esto y le sacaré mucho provecho a eso.