Nickolas

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Narra Sofía

Me despierto aturdida e intento levantarme de la cama, pero me es imposible porque tengo los pies y las manos atadas dejándome totalmente inmóvil e indefensa, inmediatamente imágenes de lo que pasó hace unos instantes, horas o días... No se cuanto tiempo llevo dormida, siento ruido fuera de la habitación y decido hacerme la dormida.

—Veo que ya despertaste.- Mi respiración se agita al notar que se dio cuenta de mi mentira, pero aún así no abro los ojos.- Deja de fingir

Mi respiración se regula, luego de unos minutos de no sentir ruidos dentro de la habitación, pienso que se fue al no ver respuestas mías, pero me equivoco porque, de repente siento un ardor indescriptible en mi rostro, causado por una bofetada de parte Nick, abro los ojos y lo miro con odio.

—Te odio.-Le digo entre dientes

—Que bueno que despertaste.- Me dice poniendose a horcajadas sobre mi.- Estuviste más de una hora durmiendo, no sabes que bella que te veías, tan indefensa.- Me dice con su cabeza enterrada en mi cuello, donde me está dejando besos de una manera asquerosa.

—¿Como está Derek?.-Le pregunto desesperada

—No lo se.- Me toma del rostro.- Y tampoco me importa, en este momento sólo somos tu y yo.- Me dice por último y atrapa mis labios con los suyos en un beso.

—¡Sueltame!.- Le gritó una vez que suelta mi boca y empiezo a patalear lo que las cuerdas en mis manos y piernas me lo permiten, pero rápidamente Nick me da una bofetada para calmarme, me mira enfadado, se levanta y va en busca de algo a la mesita de luz, rápidamente mis sentidos se ponen alerta cuando veo que saca una tijera de la mesita, sólo dos cosas pueden pasar: 1) Me va a torturar, me va a cortar la piel, el cabello, o me va a lastimar. O 2) Va a cortar las cuerdas y me va a dejar libre.
Tengo los nervios a flor de piel al verlo parado a los pies de la cama mirandome con deseo, y mis esperanzas de que me suelte, lentamente van desapareciendo y me quedo con la opción 1, va a torturarme, comienzo a moverme desesperada pero me quedo quieta cuando dirige la tijera a una de mis piernas.

—¿Qué vas a hacer?.-Le pregunto como mi voz temblorosa

—A quitarte esto.- Dice dando el primer tijeraso cortando mi pantalón.- Porque no podremos hacer nada si lo tienes puesto

—Nick, por favor no lo hagas.- Le suplico con lágrimas en los ojos

—Tu te lo buscaste, podríamos habrelo hecho por las buenas, pero no quisiste.- Cortando cada vez más mi pantalón, dejando cada vez más piel descubierta que él se dedica a acariciar como si de eso dependiera su vida.

—¿¡Como querías que lo hiciera si mi novio nos descubrió!?.-Le gritó pero evitó moverme ya que aún está cortando mi pantalón pero ahora la otra pierna.

No me respondió, sólo se dedicó a cortar mis pantalones, cuando terminó de cortarlo me lo quitó dejando la parte inferior de mi cuerpo semi desnuda, lo único que me cubre es mi tanga, me mira de una manera perversa y procede a cortarme la remera, dejándome también semi desnuda ya que aún conservo mi sostén.

—Nick basta por favor.- Le suplico llorando.

—Cállate.- Dice poniéndose a horcajadas sobre mi.

—Por favor.- Digo casi en un susurro

Nuevamente no me hizo caso y procedió a masajear mis senos de una manera demasiado brusca causandome dolor, suleta uno de mis senos para dirigir su mano hacia mi espalda y desabrochar mi sostén, bajo su cabeza hacia ellos y comenzó a besarlos y luego dirigió sus besos cada vez más abajo, pasando por mi abdomen, hasta llegar a mi vagina, me arrancó la tanga haciendola pedazos, me metió un dedo y comenzó a moverlo haciéndome ver las estrellas del dolor, por lo que comencé a llorar más fuerte.

—Estas muy estrecha bebé.- Dice subiendo su rostro, cuando llega a mi rostro me mira con confusión.- ¿Por qué lloras? ¿A caso no te gusta?.- Pregunta, suelta una carcajada y procede a meterme otro dedo y moverlos más fuerte que antes.

—Nick... Me duele.- Le digo llorando

—Así es nena, di mi nombre.- Dice para luego atrapar mi boca con la suya.

Suelta mi boca, para meterse mi seno derecho a su boca, comienza a succionar, lamer y morder lastimandome y con su mano aprieta exesivamente mi otro seno, baja su mano libre, para apretar mi nalga.

—¿Ves de lo que te estabas perdiendo?.- Pregunta y se levanta para quitarse la ropa dejando ver su pene totalmente erecto, vuelve a posicionarse sobre mi, se acomoda entre mis piernas, me besa y me penetra fuertemente arrancandome un grito de dolor que se quedo atrapado entre nuestros labios, lágrimas caen de mis ojos empapando mi rostro, Nick continúa con sus embestidas cada vez más fuertes y dolorosas, suleta mi boca y nuevamente va a mi senos para morderlos, con unas de sus manos se agarra del cabezal de la cama y con la otra me agarra de la nalga apretandome más contra él.

—Basta...por favor.- Le suplico en un susurro casi inaudible

—Ya...casi.- Me contesta con la voz entre cortada ya que está a punto de acabar, a dentro de mi sin condón, ay dios.

—¡Por favor Nick, me duele!.- Gritó cuando hace más rápidas y profundas sus embestidas.

—¡Ahhhh!.- Grita cuando acaba dentro de mi, reposa su cabeza al lado de la mía mientras regula su respiración, cuando ya está más calmado, sale de dentro de mi y se sienta sobre mi pecho.

—Nick, ¿Qué harás?.- Le pregunto con miedo.- Nick, no puedo respirar.- Le digo desesperada.

—Me vas a comer la verga y te vas a tomar mi leche.- Me dice introduciendo su pene en mi boca.

Me toma del cabello y comienza a mover mi cabeza de atrás hacia adelante, haciéndome practicarle sexo oral.

—Ba...s..ta.- Digo con difucultad ya que tengo su pene en mi boca

—Si, sigue así.- Se levanta levemente dejandome respirar mejor ya que no está con todo su peso sobre mi pecho.- Ya estoy a punto

—Por...fa..vor.- Digo por último, pero Nick no me escucha y acaba en mi boca.

—Ahora tragatela.- Dice poniendo su mano en mi boca para que no pueda abrirla, y también me tapa la nariz para que no pueda respirar.- No te voy a soltar hasta que te la tragues

Me niego a tragarme su semen, pero no aguanto mucho tiempo sin aire lo que me obliga a tragarmelo.

—¿Lo hiciste?.- Pregunta con el rostro ensombrecido, asiento, me suelta y comienzo a dar grandes bocanadas para recuperar el aliento, y a continuación dice algo que me quita todo el aliento que recupere.

—Ahora por atras