Una Cena Romántica

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Afrodita emocionada tomo el libro, "Cena Romántica."

Artemisa se paró frente al espejo de su dormitorio escrutando el traje que llevaba puesto. Ella no pudo evitar reírse de sí misma. En su milenios de la vida, nunca tuvo una vez se preocupaba por lo que llevaba y ahora aquí ella estaba buscando algo perfecto para la primera cita en su vida inmortal.

"Nunca pensé que vería a Artemisa así, espere esto tanto milenios." Dijo Afrodita con entusiasmo, ella solo le dio una mirada de furia, todos se rieron por el comentario de la Diosa del amor.

Ella había sido sorprendida con la guardia baja cuando Percy sugirió la idea, pero luego otra vez, Percy Jackson tenía el hábito de sorprenderla; algo que, sin duda, la había atraído de él cuando lo conoció. Luego, cuando él tomó el peso del cielo en sus hombros para que pudiera luchar y nunca lo mencionó de nuevo, había ganado su respeto, no una pequeña hazaña para un hombre.

Luego, cuando en lugar de convertirse en un dios, él optó por regresar los tronos de Hades y Hestia y lograr el perdón para los dioses menores y liberar a los titanes pacíficos incluyendo su madre, su respeto por él sólo siguió creciendo. Después de su desaparición había estado genuinamente preocupada por él. Todo lo que él quería le fue arrebatado por la maldita hija de Atenea. A su regreso y su posterior amistad, sus sentimientos comenzaron a crecer a partir de la amistad en algo más. Algo que ella sintió sólo una otra vez en su vida y que había sido un error evidente.

Si estaba seguro de una cosa ahora, era que dejar ir de sus reservas sobre el amor cuando se trataba de Percy no fue un error. No podía pensar en un momento de su vida cuando ella había sido más feliz. Algo sobre estar cerca de él la hacía sentir completo. También nunca dejó de hacer todo lo posible para ella. Algo que era a la vez entrañable y frustrante. Se las había arreglado para luchar por su camino a través de Tártaro, una hazaña que ningún otro había logrado, y no sólo salvar a su media hermana y lugarteniente sino también rescatar a su mejor amiga, junto con otra cazadora.

Artemisa había sentido como si hubiera perdido un pedazo de sí misma cuando él se sacrificó para salvarla junto con sus amigos al final de la segunda Guerra gigante. Esa sensación de estar completa desapareció en el momento en que Percy había desaparecido del campo de batalla en Grecia. Sólo para que Percy volviera cuando ella más lo necesitaba; estar siempre ahí para ella cuando ella lo necesitaba, aun cuando ella no lo sabía. Se estremeció al pensar en lo que habría pasado si hubiera sido capturado por Prometeo y ser llevada a Nyx y Erebus. Pero eso fue en el pasado, ahora Percy estaba de vuelta y una vez que terminará esta guerra era el turno de Artemisa para hacer un sacrificio por Percy. Sabía que si renunciaba a su voto de virginidad, ella perdería sus cazadoras. Parte de su juramento era tener sus cazadoras inmortales y si su voto se ve defraudada, la consecuencia ha sido la pérdida de sus cazadoras.

Percy se acercó a Artemisa, "Tu no tienes que hacer eso, sabes que yo estoy feliz con solo quedarme contigo." Le dijo Percy al oído, Artemisa sonrío por el comentario de Percy.

"Gracias Percy, te amo." Dijo Artemisa antes de besar a su novio.

Artemisa sabía que Percy nunca permitiría que ella haga el sacrificio, pero a pesar de lo mucho que le rompió el corazón perder a sus hijas, ella lo quería así. Milenios de ser la diosa del parto y las jóvenes le había hecho desear mucho para tener sus propios hijos. Ahora que finalmente había encontrado al hombre perfecto que era todo lo contrario de lo que ella despreciaba en los hombres, sabía que era el momento. Cuando dijo que se quedaría con ella para la eternidad sin que ella rompiera su juramento, ella sabía que su decisión fue la correcta. Ella sabía que Percy se disgustaría pero sus cazadoras entenderían o al menos ella oró que lo harían.

Percy Jackson El Campeón De La Reina  (Edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora