Percy Jackson El Campeón De La Reina (Edición)

Recompensas

La sala del trono, aun estaban emocionados al ver que por fin había acabado la guerra, Hestia tomo el libro, "Recompensas."

Percy y Jason caminaron a través de la sala del trono como todo el mundo los miraba, los catorce Dioses Olímpicos sentados en sus tronos. Éter y Hemera los dos estaban sonriendo con orgullo a los dos semidioses desde dos tronos color blanco puro al final de la fila de los tronos. No está seguro de qué hacer, Percy rápidamente hizo su camino hacia su lugar habitual el trono de Hestia. Siguiendo su ejemplo, Jason se sentó a los pies del trono de su padre.

Una vez que llegó a su trono, Hestia se encogio a su tamaño humano y sacó a su campeón en un abrazo. Como él la abrazó, Percy empezó a susurrar en su oído. Al principio Hestia parecía confundido, pero después de un minuto de repente se echó hacia atrás y condujo a Percy fuera de la sala del trono.

"¿Hermana?" Zeus la llamó confundido.

Hestia se detuvo y miró a Zeus, "Yo lo siento hermano, pero tengo que hablar con mi campeón en privado. Vamos a estar de nuevo en unos minutos."

Todos voltearon a ver con curiosidad, Percy quien solo se encogió de hombros antes las miradas que le dieron todos en la sala.

Artemisa, junto con todos los demás en la sala miró a Percy confundido pero evitó su cuestionamiento, como Hestia lo llevó fuera. La sala del trono cayó en un silencio incómodo después de que Percy y Hestia abandonaran la sala del trono. Un sentimiento general de confusión se instaló en lo que podría ser tan importante que no podía esperar hasta después de la ceremonia.

Después de cinco minutos incómodos, Hestia volvió a entrar en la sala del trono, una cálida sonrisa en su rostro mientras Percy arrastró en su estela. Zeus miró inquisitivamente a Hestia pero la sonrisa de Hestia sólo creció y ella negó con la cabeza diciendo que no iba a decir lo que era, al menos no todavía.

"Bueno, ahora que Perseo y Hestia están de vuelta, podemos reanudar nuestra ceremonia para premiar a nuestros héroes de la guerra. Vamos a comenzar con nuestros dos héroes caídos que han regresado a nosotros con la ayuda de Perseo y, por supuesto, Señora y Señor Hemera Aether. Luke Castellan y Clarisse La Rue, por favor se presenten ". Zeus anunció en voz alta.

Tanto los semidioses inmortales dieron un paso adelante y se inclinaron antes Zeus antes de arrodillarse delante de los pies de sus padres.

"Clarisse La Rue. Por su valentía y liderazgo en la guerra, el consejo olímpico esta deacuerdo en ofrecer a usted el don de la divinidad, si usted lo desea. Si usted se niega, usted tendrá un regalo de los dioses, siempre que sea dentro de nuestro poder de conceder a éste. " Explicó Zeus.

"Si esa es mi hija, la mejor guerrera de todas." Dijo Ares con orgullo mientras abrazaba a su hija, Clarisse sonrío ante las palabras de su padre.

"Gracias padre, estoy muy feliz." Dijo Clarisse con una enorme sonrisa.

Los ojos de Clarisse se abrieron, no había esperado que se le ofreceiera la divinidad. Ella mirada por la habitación hasta que encontró a su novio Chris Rodríguez sonriéndole. Él le dio un gesto de ánimo.

Clarisse se volvió a Zeus, "Es un honor la oferta Señor Zeus pero yo preferiría usar mi don para conceder la inmortalidad a mi novio Chris Rodríguez."

"Gracias Clarisse pero no tenías que hacer eso por mí." Dijo Chris con una enorme sonrisa, Clarisse solo le dio un tierno beso a su novio.

Zeus le sonrió a su petición, "Eso es muy admirable Clarisse. Si es así lo que desea, usted todavía puede convertirse en una diosa y se le concederá a Chris su inmortalidad de todos modos."