❝El bailarín enmascarado❞

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"Los recuerdos se aclararon, fue entonces que encontré una razón para existir"

Desde la creación del mundo se han hecho demasiadas teorías sobre el origen de la vida, algunas muy acertadas y otras un poco descabelladas, pero en cada una de las eras se han llevado a cabo miles de guerras interminables que dejan demasiada muerte a su paso.

En aquellos años el territorio era gobernado por los grandes reinos de los elementos, los mismos que llevaban al mundo a prosperar y equilibrarse.

El gran reino del norte, una fortaleza llena de guerreros poderosos los cuales protegían a su gente y a la familia real, gente imponente que podría dominar los cuatro reinos con tan solo una pequeña batalla, eran personas pacificas que preferían estar alejadas de los problemas y no cometer estupideces arriesgándose a perderlo todo.

La familia Bang residía en aquel castillo, dicha familia se encargaba de ordenar y dirigir la nación con cierta superioridad y egocentrismo, los grandes reyes mantenían a sus hijos escondidos en el gran castillo, por cuidarlos o lo que sea, pero tenían prohibido salir más allá de las barreras que yacían en los grandes jardines reales.

El gran Reino era codicioso y creía que todo rodeaba su al rededor, por ende siempre creían que estaban en peligro de un ataque. Aunque esa no era la verdadera razón del porque ocultaba a sus hijos.

El rey traiciono a su amada, hizo una promesa a la madre luna y no la cumplió, rompió el pacto por cuenta propia, castigando a sus descendientes y a el mismo en el proceso. Por eso mismo la madre luna le amenazo, aunque realmente no era una amenaza, sino una advertencia acompañada de una vieja profecía. 

"Aquellos tus hijos traerán caos al Reino por tus acciones deprimentes, ellos pagaran lo que su padre hizo, pagaran las consecuencias de tu torpeza al romper nuestro juramento.

La realeza no debe combinar sus genes con cualquier do nadie, sin embargo tú desobedeciste la divinidad que te fue otorgada, manchaste la sangre pura de tu hijo menor con unas gotas de sangre impura y pecadora.

Tú condenaste al reino, a tu familia y a la gente que habita la fortaleza.

Tú primogénito, un joven de sangre real pura caerá ante alguien común, manchando su familia y arriesgando su descendencia, será castigado con un amor sincero que jamás podrá tener a su lado, un mocoso cualquiera que tendrá que cumplir con mis mandatos.

El menor es un bastardo que concebiste con aquella do nadie, ocúltalo entre tus guerrillas o el castillo se derrumbará ante tus ojos, ese pequeño insolente te traerá más problemas de los que crees.

No jures por la luna, que ella puede castigarte"

El rey Doojoon tuvo que tomar una decisión cuando sus hijos nacieron, el menor seria ocultado, entrenado y asignado a sus guerreros sin que la gente supiera su identidad, por otro lado el primogénito y el más peligroso, aquel con sangre real pura, de igual forma debía ser ocultado, encerrado sin la posibilidad de hablar con nadie, solamente con las personas necesarias.

Los grandes príncipes del reino del norte. Félix se confundía con los soldados, ya que él era un guerrero que solo los altos mandos eran conscientes de su identidad, un joven despreocupado pero con carácter fuerte, el peli gris era el menor de los Bang, con la edad de dieciocho años. Su semblante inspiraba miedo y respeto, pero también amabilidad y pureza, un joven de sangre corrompida que ni siquiera sabía porque él tenía que pagar por las estupideces de sus padres.