❝El bailarín enmascarado❞

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"Sin ti, mi vida es solo una decoración que brilla vacía sin sentido... "

Las semanas pasaban y las obligaciones de Chris aumentaban, transcurrieron exactamente seis meses para que se deshiciera de todos los mandatos de su padre, su ejército fue renovado y muchas leyes fueron cambiadas, el reino del norte estaba mejor que nunca.

Félix se encargó de las relaciones sociales con el reino, durante los últimos fue un respetado general así que la gente confiaba plenamente en él. Las exportaciones aumentaron y la confianza de los pobladores también, no había persona en el reino que no quisiera a su nuevo rey,

Sin embargo las cosas para Chris no cambiaron mucho, si, ahora era el respetado rey, pero seguía encerrado en las paredes del palacio resolviendo asuntos y firmando tratados, todos los días entrenaba y la mesa del comedor casi siempre estaba vacía, era rara vez la que cenaba con su hermano. Ambos tenían deberes y ambos sabían que los primero meses serían una completa tortura, al final del día eran dos jóvenes adaptándose a la vida de adultos.

Doojoon observo el avance de sus hijos en esos seis meses, siendo sinceros el los subestimo, creyó que su hijo mayor regresaría llorando porque no sabía qué hacer, sin embargo el muchacho estaba muy seguro de sus acciones, Sana había hecho un buen trabajo criándolo.

Sana seguía siendo la consejera del rey, la muchacha le ayudaba ante cualquier cuestión, lo orientaba y le enseñaba las consecuencias de los actos, gracias a ella el muchacho llevaba buenos resultados.

– Buenas noches – saludo el príncipe ingresando al comedor –

– Buenas noches, creí que no vendrías – murmuro el mayor mientras bebía un poco de café –

– Me desocupe antes – respondió sentándose a un lado de su hermano –

La cena transcurrió entre pequeñas charlas, ambos jóvenes mejoraron su relación fraternal en los últimos meses, aun si no pasaban mucho tiempo juntos gracias a sus deberes. Chris sonrió cuando su hermano le conto sobre una joven que había conocido en una de sus misiones, al parecer el menor quedo muy entusiasmado con la chica ya que le conto todo los detalles.

– Pronto será el festival de primavera, deberías invitarla – menciono el mayor con una sonrisa mientras ambos caminaban por el jardín –

– No lo sé, quedaría en vergüenza si me rechaza – murmuro –

– No pierdes nada con intentar – insistió –

Félix se encogió de hombros, antes de continuar caminando se detuvo frente a los rosales, le gustaba mucho observar las flores que su madrasta planto. Aunque Doojoon fuera una basura, Sarah siempre lo trato como si fuera su hijo, a pesar de ser el fruto de un engaño.

– Mañana estaré libre, ¿te parece si paseamos por el pueblo? – Pregunto el rey quedando de pie a su lado –

– Me parece, a la gente le agradara verte – sonrió y continuaron con su camino –

Los hermanos Bang subieron las escaleras en dirección a sus aposentos, antes de llegar el menor se atrevió a interrogar.

– ¿Has hablado con nuestro padre? – pregunto curioso –

– No, la última vez que hablamos fue hace una semana – respondió encogiéndose de hombros – Al parecer se rindió y no quiere tener nada que ver con el reino