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"Si no puedes encontrar otra razón para quedarte, entonces sé que siempre tendré un corazón solitario"


Chris estaba molesto, incluso lloro de rabia al saber que su padre sabía todo sobre sus encuentros con el rubio, lo amenazo y encerró como si fuera un criminal, pero él no estaba nervioso por eso, él estaba impaciente de saber que su chico estaba bien, no quería causarle problemas por un capricho.

El príncipe limpio sus lágrimas cuando escucho pasos en el pasillo que iba hacia su habitación, se sentía patético, se sentía impotente al no poder hacer nada, soltó un suspiro mientras caminaba al balcón observando el gran jardín.

Desde que la noche cayo no hizo más que asomarse con la esperanza de que el este ahí, pero al no verlo llegar su corazón y cuerpo temblaron de miedo al suponer cosas idiotas.

La puerta se abrió y el rodo los ojos con fastidio, no quería pelear más, ya no.

He dicho que no quiero cenar – soltó con rabia – Salgan de mi habitación

Lamento la interrupción su majestad – aquella voz lo hizo abrir los ojos de inmediato –

Se volteó completamente y su cuerpo tembló, estaba ahí parado frente a él, totalmente vestido de negro y con aquel antifaz sobre su rostro, sonrió inconscientemente y estaba tan concentrado en el rubio que no se percato de la chica.

Diez minutos – dijo Sana – Solo eso puedo darles – sonrió y cerró la puerta de la habitación –

¿Qué haces aquí? – Pregunto acercándose de inmediato – Yo lo lamento, lamento causarte problemas, ¿te hicieron daño? ¿Estás bien?

Hyunjin tomo el rostro de Chan entre sus manos tratando de tranquilizarlo, sonrió y lo abrazo fuertemente como si su vida dependiera de eso.

Lamento no habértelo dicho – susurro obviamente culpable – Te metí en problemas

Tranquilo, estoy bien – se separó un poco – Era parte del trato, no es tu culpa

Corres peligro estando aquí – le dijo entrelazando sus manos –

Solo quería despedirme – susurro con tristeza –

¿Que? – la expresión de Chris le partió el corazón –

Me prohibieron venir a verte, de hecho no debo estar aquí justo ahora – soltó una risa nerviosa – Pero no pude, no puedo dejar de venir a verte, no puedo desaparecer así como así sin al menos verte una última vez

No lo hagas – su voz se quebró – No me dejes por favor

Lo lamento, enserio lo lamento – susurro – Pero tengo que hacerlo, amenazaron con hacerle daño a mi gente y no lo puedo permitir Chris

El príncipe tembló al escuchar eso, por una parte estaba lo mierda que llegaba a ser su padre con su propia gente y por la otra el hecho de que el rubio pronuncio su nombre por primera vez en todo el tiempo que llevaban viéndose.

Lo lamento, yo no quiero que te hagan daño – el nudo en su garganta cada vez le hacía más imposible hablar –

No es tu culpa, esto no debió continuar – murmuro separándose un poco más – No me arrepiento, pero fue un error, yo no soy nada a comparación tuya

No digas eso – sus palabras se atascaron, él no tenía un nombre con el cual llamarle –

Hyunjin suspiro antes de comenzar a desatar el antifaz con sumo cuidado, el príncipe estaba sorprendido pero no lo detuvo, pronto este cayó al suelo mostrando su rostro dejando cautivado a Chan, sus finas facciones, sus ojos cristalizados y aquella leve sonrisa que adornaba tan bella obra de arte.

¿Sorprendido? – se burló desviando la vista –

Eres incluso más precioso de lo que imagine – comento acariciando su mejilla –

La puerta fue tocada dos veces, era hora de irse o correrían peligro ambos, Hwang intento alejarse pero Bang lo tomo de la muñeca impidiendo que siguiera avanzando.

Luchare a tu lado si es necesario – Murmuro recordando sus propias palabras – Veré como salir de aquí y voy a buscarte

Sera peligroso Chris – intento soltarse –

Me importa un carajo – la puerta sonó una vez más – Eres a quien quiero a mi lado y nadie va a cambiar mi decisión

Chris suéltame – susurro al borde del llanto – Tengo que irme

Bang lo jalo llevando su mano libre a su cintura, antes de que el joven se alejara o le reprochara se acercó a él uniendo sus labios. Un beso lleno de sentimientos que ninguno olvidaría, después de tanto tiempo sus labios se unieron en un contacto que ambos necesitaban y el cual sería su despedida.

Su primer y único beso.

Voy a buscarte – susurro el príncipe una vez se separaron – Porque me enamore de ti de una manera increíble y no dejare que te alejen de mi

Voy a esperarte – se alejó dispuesto a irse cuando Sana abrió la puerta llamándolo con prisa – Porque te amo

Hwang salió corriendo de ahí con ayuda de la azabache, la chica cerró la puerta dejando al joven parado a media habitación.

Chris se agacho tomando el antifaz del suelo, lo observo con detenimiento hasta que las lágrimas nublaron su vista, una vez más se permitió llorar, pero esta vez porque no sabía cuándo volvería a ver al bello bailarín que robaba sus pensamientos.

Ahora conocía su precioso rostro y para el eso era suficiente, porque la respuesta a su amor ahora ya tenía rostro.

¿Pero a que costo? 


"Si me dejas, tendré un corazón tan solitario"


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❝El bailarín enmascarado❞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora