Tʜᴇ Mᴀʀᴋs Wᴇ Mᴀᴋᴇ ~ 𝑹𝒊𝒗𝒂𝒎𝒊𝒌𝒂

006

Habían pasado varios días después de la cita entre Levi y Mikasa las cosas habían tenido cierto cambio, el pelinegro dejo de asistir a las tutorías y ya no le contestaba los mensajes o llamadas a la chica.

Era obvio que Mikasa no estaba en su mejor momento y tenía tantas ganas de hablar con Levi para aclarar las cosas si hubo algún malentendido pero tampoco quería que él se sintiera incómodo e incluso acosado, después de todo debió haber un “porque” de su distanciamiento...

Caminaban relajados con toda la calma del mundo sin prisa alguna que los pudiera agobiar. Después de mucho tiempo por fin estaban llegando temprano a la universidad.

— ¿Creés que mi mamá se enoje si le digo que me quiero dar de baja cuando estoy a dos semestres de terminar la carrera? — Preguntó el castaño.

— Depende ¿Que harías si te das de baja?

— La neta no sé, ni siquiera quería estudiar la universidad apenas y me gradué de la preparatoria o tal vez es solo estrés momentáneo y no soy bueno manejando el estrés — Comentó apático.

Mikasa le dió pequeñas palmadas en la espalda — Tú tranquilo la decisión que tomes tal vez tus padres te apoyen o te comprendan ellos son muy buenos en eso — Trató de animarle.

— ¿Ese no es Levi? — Apenas termino de decir el castaño y la azabache se había detenido en seco.

— ¿A ver?

Eren la jalo de la mochila, haciéndola retroceder y señaló a lo lejos.

A lo lejos de veía al azabache sentado en la barda de una jardinera, un tanto alegré con una chica pelirroja platicando junto a él.

Mikasa al ver la escena sintió su corazón achicarse lo único que hizo fue bajar la mirada y seguir caminando, pero fue detenida por alguien.

— ¿A quien están espiando? — Preguntó Armin que apenas iba llegando.

— ¡Dame tus lentes!— Eren le quitó sus lentes casi agresivo — ¡No veo ni madres! Ten — Se los regreso.

— ¿Me explican que sucede? — Pregunto el rubio, a esto Eren solo suspiro con pesadez.

— Verás el crush, ligue o lo que sea de Mikasa la ha estado ignorando por varios días y hoy que llegamos temprano lo estamos  viendo hablar con otra chica y pues aquí tratamos de entender su charla.

— ¿Y porque no simplemente van a hablar con él y aclaran las cosas?

— Armin ve tú, es que yo no puedo hacerlo, no me siento capaz — Se encogió de hombros.

— ¡Yo ni lo conozco! — Respondió y caso de inmediato tanto Mikasa como Armin voltearon a ver a alguien

— ¡Ay no! Me gusta el chisme pero no ser parte de el, así que ni piensen que lo voy a hacer — Se cruzó de brazos.

—¿Lo harías por una Scooby galleta?

— No, ¡No soy perro!

— Paro, al rato se te va a ofrecer

Mikasa suspiro y buscó algo en su celular, al final sonrió al encontrar su objetivo.

— Eren, yo no quería hacer esto pero me obligas a hacerlo — Mostró su celular y en la pantalla se proyectaba un jugo — Llevas jugando Candy Crush desde hace tres años y vas en el nivel siete mil doscientos treinta y cuatro, sería una lastima que perdieras tu progresó ¿O no?

— ¡No te atreverías!

— ¿No me crees capaz de hacerlo?

Sonreía y hablaba maliciosa, Eren lo único que hizo fue suspirar resignado — Que quedé claro esto lo hago por Candy Crush, no por tí...

Caminó hasta donde se encontraba Levi y la chica, haciéndose el despistado y tratando de no llamar la atención cosa que no estaba funcionando.

— ¡Ay, pero que bonitas uñas tienes amiga! Se te ven padrísimos los colores otoñales combinan con tu cabello, luego me pasas el número de tu manicurista por fis — Había tomado una mano de la chica y revisaba sus uñas.

— Con gusto te lo paso pero ¿No sé quién eres? — Dijo a la vez que quitaba su mano.

— Ah claro, me presento soy Eren Jaeger estudiante de enfermería y tengo un hermano se llama Zeke es médico y baila cumbias...

Al fondo se escuchó como alguien aclaraba sus garganta.

— Eren ¿Que haces aquí? — Pregunto Levi un poco molesto.

— ¡Ay Levi!! No te había visto, que bueno que te veo, ven a la casa hoy que tengo algo muy importante que decirte

— Espera... ¿Ya se conocían? — Preguntó la chica.

— ¡Clarooo que nos conocíamos! Pero esa esa es otra historia por contar ahora yo me voy porque si no llego tarde a clases — Se despidió y se fué.

[...]

— Pssst... Mikasa... Mikaaaa... — Trataba de llamar su atención pero la pelinegra parecía ignorarlo.

— Cállate y pon atención — Mikasa le reprendió.

— Házme caso morra... Mika... Mi cantón — Eren le lanzaba pequeñas bolas de papel a la chica.

Ella ya harta de que la estuviesen distrayendo contestó — ¡¿Que quieres?!

— Levi viene a la casa, para que de ser cobarde y arregles las cosas con él — Hacia señas con las manos al explicar.

Un escalofrío recorrió su espalda cuando sintió una mano posarse sobre su hombro y al profesor aclararse la garganta.

— ¿Está muy buena la plática, verdad señor Jaeger?... Si no le interesa mi clase ahí está la puerta puede salirse, total el que pierde tiempo y dinero es usted o sus padres... — No era un regaño pero si le estaban llamando la atención.

— Ay profe como cree, si su clase es mi favorita.

— Entonces cállese o hablé en un tono moderado, o mejor ponga atención que bien le serviría porque después reprueba en las prácticas

El profesor se dió la vuelta y continuo con su clase, el castaño estaba que quería que la tierra se lo tragara y lo escupiera al otro lado del mundo.

Hasta que recordó que no había terminado de hablar con Mikasa, arranco una hoja de su cuaderno y escribió en ella para después doblar el papel en avioncito y aventarselo a su amiga.

Mikasa lo leyó y lo miro seria — Estás loco no lo voy a hacer — Le susurró.

— Si no lo haces, los voy a encerrar a los dos en el armario y no van a salir de ahí hasta que arreglen sus cosas.

— No te atreves a hacerlo...

Eren bufó burlón y se cruzó de brazos — ¿No me crees capaz? — Inquirió.

◈ ━━━━━━━━ ● ━━━━━━━━ ◈

—

¡Eren! ¡SÁCAME DE AQUÍ! Le diré a Zeke lo que estás haciendo — Gritaba y golpeaba la puerta.

La puerta del armario tenía puesto el seguro y el único que tenía la llave era cierta persona...

— ¡YO SÉ QUE TIENES UN NUEVO AMOR, SIN EMBARGO TE DESEO LO MEJOR!! ¡Annie te la dedico! — Estaba barriendo y tenía los audífonos a todo el volumen por lo tanto no podía escuchar los gritos de su hermana.

Continuará...