Capítulo 9: Más espeso que el agua

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—T/n,  sé que tenías que ir, pero ¿podrías darte prisa? Alguien podría venir en cualquier momento y vernos —Clem grita mientras vigila, tú estabas agachada en un gran arbusto.

Finalmente apareces con la una cara roja brillante, evitando el contacto visual con Clem, y pasas junto a él.

—Ok, he terminado. Vamos —dijiste, nerviosamente. Clem te mira confundido por tu comportamiento y no se mueve.

—Uh... ¿estás bien? —preguntó y le das una mirada nerviosa.

—Sí, estoy bien —respondiste rápidamente.

Él no está convencido y te pregunta de nuevo. — ¿Estás segura? ¿Tienes la cara roja? —tu nerviosismo comienza a ceder y le gritas—. ¡ESTOY BIEN, ok! Ahora vámonos.

De repente te agarras el estómago y gruñes de dolor. Clem corre a ver cómo estás.

—Como el infierno, estás bien. Mira, solo dime qué pasa —dijo con voz preocupada pero firme.

Resoplas, cruzas los brazos y te das la vuelta para darle la espalda.

—Para alguien que quiere irse. Nos estás retrasando —te quejas. Clem pone los ojos en blanco y arquea una ceja.

—¿Nos estoy retrasando? En todo caso, eres tú la que nos está retrasando —dijo, molesto.

—¿Podemos irnos? —dijiste mientras te volteas y lo miraste suplicante—. ¿Por favor? De todas formas, no hay nada que puedas hacer.

Los ojos de Clem se suavizan y toma tu mano y dice, en voz baja. —¿Sabes que puedes decirme cualquier cosa, verdad? Estoy aquí para ti.

Suspiras, miras hacia otro lado de nuevo y murmuras. —Lo sé —lo miras de nuevo con una pequeña sonrisa—. Gracias, Clem. Yo también estoy para ti.

—Por supuesto —él sonríe y luego se ríe ligeramente—. Entonces, ¿qué es? ¿Qué es tan malo que decidiste tratar de ocultármelo? —te estremeces y tu rostro comienza a calentarse de nuevo.

—No es... malo. ¿No realmente? ¡Uf, no lo sé! ¿Estás seguro de que quieres que te lo diga?

Clem sonríe y se encoge de hombros. —No puedo ayudarte de otra manera. Dímelo —suspiras de nuevo, respiras hondo y murmuras incoherentemente—. ¿Qué dijiste? No puedo escucharte —preguntó.

Gruñes con impaciencia. —Dije que estoy sangrando —exclamaste.

La sonrisa se borra de su rostro y sus ojos se agrandan.

—Espera, ¿te refieres a... ese tipo de sangrado? —preguntó, un poco asustado.

—¡Sí, me refiero a ese tipo! ¿De qué otro tipo podría estar hablando? —preguntaste, enojada y molesta. Clement levanta las manos en señal de rendición, con una expresión muy incómoda en su rostro.

—¡No lo sé! Yo sólo-n-no sé! De cualquier manera es asqueroso yo- —balbucea.

—¡No todos somos chicos, Clement! ¡No puedo evitarlo! —gritas mientras lo miras antes de que tu expresión se convierta en culpa porque sabes que no es culpa suya. Él no entiende, no tiene que pasar por lo que tú estás pasando. Te das la vuelta y comienzas a alejarte—. Lo siento. Solo finge que no dije nada. Me ocuparé de esto por mi cuenta —dijiste. No llegas muy lejos antes de que Clem ponga una mano en tu hombro y te dé la vuelta.

—Lo siento. No quise decir eso, bueno, tal vez un sí, eso ES bastante asqueroso —dijo. Ruedas los ojos pero él agrega rápidamente—. ¡Pero aparte de eso! Si quise decir lo que dije antes —dijo con  una pequeña sonrisa—. Estoy aquí para ti T/n — sonríes y lo abrazas.

The Walking Dead: A new frontier (MaleClementine x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora