Ausencia parte 1

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Desde su visita al medico el fin de semana, Yuri había estado desanimado y sin mucha energía, de momentos se sentaba en la sala con el par de cursis para ver alguna película o comer, pero la mayor parte del tiempo la pasaba en su cuarto observando videos desde su celular o el portátil, o hablando por mensajes con Otabek. Como fuera había descuidado de sí mismo en los últimos dos días, pero ni si quiera se sentía con la suficiente fuerza como para levantarse, más allá de que Viktor o Yuuri lo llamaran a la sala o el comedor.

Este día iniciaba otra semana, se había quedado dormido mientras escuchaba la música de sus programas de la temporada perdida, su celular se había pausado. Era de madrugada cuando gracias a su sueño ligero escucho el repiquetear de algo rodando por el suelo de madera del pasillo, también se escuchaban lo que sin distinción eran las voces de la pareja susurrando. Intentó ignorar el ruído, pero su curiosidad lo obligó a levantarse y asomarse por la apertura de la puerta. 

El cuarto de la pareja estaba abierto y con la luz encendida, dudoso decidió acercarse y entrar. Viktor arreglaba una maleta pequeña con algunas cosas de estética, como si hubiera sentido la presencia del joven que lo observaba silencioso volteo hacia la puerta. --Ah, yura, perdón ¿Te despertamos?--. Yuri negó con la cabeza mientras frotaba sus ojos aun adormilado, Viktor terminaba de cerrar su maleta y le colocaba un candado. --Paso algo, ¿Un mal sueño?--, Yuri negó nuevamente con un gesto simple. --Escuche ruido en el pasillo y me dio curiosidad--. Viktor cargo el pequeño maletín sobre sus hombros. --Perdón no queríamos despertarte, puedes volver a dormir, vamos te acompañare a tu cuarto--. Viktor acompaño al chico hasta la habitación contigua con una mano sobre su espalda. --¿Partirás hoy?--, pregunto Yuri con obviedad ante la imagen que tenía en sus ojos. Viktor abrazo al joven como despedida, --Si, Yakov quiso tener conmigo y Mila más tiempo para entrenar sin vernos afectados por el largo vuelo--. Yuri susurro un suave mm, --Yura, ¿Cuidaras bien de mi Yuuri en mi ausencia?--, pregunto Viktor susurrándole en el olaído, Yuri lo miró incrédulo y confuso. --Te dejo a cargo de que no desobedezca la rutina ni la dieta, no son vacaciones, y tu eres más responsable en ese aspecto, se que no lo dejaras hacer alguna travesura--. Yuri afirmo con la cabeza mientras bostezaba. --Viktor, el taxi espera, termine de subir las maletas y Yakov te regañara si llegas tarde--, susurraba Yuuri mientras corría por el pasillo encontrándose con la tierna imagen de amos rusos. --Nos vemos en unos días Yura--, dijo por último viktor ayudando al joven a volver a la cama.

Viktor salió de la habitación segundos después de que el sueño venciera al joven, caminando de puntillas para que la madera no rechinara. --Vitya, se te hará tarde--, susurraba Yuuri mientras tomaba el maletín de los hombros de Viktor. --Tan pronto quieres deshacerte de mi--, musito Viktor sobre el cuello del japonés provocándole un escalofrío. --Vitya, no... jamás te dejaría--. Viktor entro al taxi mientras Yuuri cerraba la puerta de entrada, --Lo se amor, solo bromeaba, te voy a extrañar esta semana--, Viktor puso ojitos de cachorro, y el taxi arrancó. --Ganarás por mi y Yura ¿Cierto?--, Yuuri cuestiono mientras recostaba su cabeza en el pecho de Viktor inhalando su loción, --Eso no lo dudes amor--, Viktor beso su frente con dulzura.

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Yuri despertó en un lugar obscuro, extrañamente una habitación que le resultaba familiar, tal vez era por el aroma de la loción de su abuelo o la calidez del viejo calentador. Se levanto de la cama tropezando un poco cuando escucho murmullos en el pasillo, somnoliento se froto los ojos mientras abría la puerta del cuarto, encontrándose con su madre quién hablaba con su abuelo y sostenía una valija en la mano. --¿Mamá?--, pregunto Yuri confundido con lo que estaba viendo, --Ah, perdón Yura ¿te desperté?, lo siento cariño no era mi intención--, Yuri camino con un poco de torpeza y se aferro a su falda sin decir nada, --Ven cariño, vuelve a la cama--. La mujer lo levantó sin problemas, y le acarició el cabello mientras lo arrullaba camino a la habitación. En su cama su madre lo arropo y de dio un beso en la frente. --Volveré en unos días amor, compórtate y no hagas travesuras al abuelo, volveré en unos días--. 

Miedo a volar I (El día en que a al ave se le rompió su ala)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora