8. Te Necesito

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Unos gemidos intensos, silenciados con magia, provenían desde el baño de una hermosa cafetería en el corazón de New York

El blondo tenía a la castaña contra la pared

La tenía sujeta por los muslos, mientras la penetraba sin piedad

Ella por su parte tenía sus piernas cruzadas al rededor de la cintura del rubio, y sus brazos al rededor de su cuello, mientras lo besaba con intensidad

Ambos estaban vestidos, a excepción de la recién arrancada ropa interior de la rizada, además del pantalón abierto, levemente abajo, además del cinturon desabrochados, de él

El vaivén era intenso, cada embestida era un dulce año más de vida para ambos

Se sentían tan muertos sin el otro, y eso era algo que no podían negar

Draco lamió su cuello, llenandolo de mordidas y marcas

-Eres... Tan mía...- ronroneo él entre embestidas

Ella tenía su mente en blanco, solo se concentraba en las sensaciones que él le producía sin parar

-Dilo May... Dime que eres mía...- pidió embistiendola más

-Ahh... Drake... Sii... Soy tuya...- gimió ella entre cada embestida

Los labios del blondo se curvaron hacia arriba

-Eso es preciosa, ahora dejame darte otro orgasmo como recompensa.-

De un momento a otro, el la bajó con cuidado y la colocó contra el lavamanos, para que ella pudiera verse al espejo

Él estaba a sus espaldas, mientras le sonreía de forma sensual y atrayente, con el sudor perlando su frente, sus rubios cabellos desordenados

Ella tenía su peinado bastante deshecho, los labios rosados e hinchados por los incontables besos, sus mejillas sonrojadas

-Miranos bien May, quiero que esto se repita una y otra vez en tu mente esta noche cuando vayas a dormir y recuerdes... A quien le perteneces...-

Él ronroneó cada palabra mientras la hacía inclinar un poco, para darle un mejor acceso a su trasero

Le subió el vestido para enterrarse en ella sin previo aviso

Ella gimió su nombre ante la placentera intromisión repentina de su miembro en su intimidad

Las embestidas eran profundas y con un ritmo marcado

La conocía a la perfección, sabía cuáles eran los movimientos que enloquecian a la castaña

Entre embestidas, el abrió el cierre de su vestido y regó de besos su espalda mientras le hacía profundamente el amor

-Drake... Oh... Drake...- ronroneó ella entre gemidos

-Si amor, también estoy cerca...-

Repondio él, mientras metía ambas manos por la apertura del vestido, para encontrarse con la suavidad de sus pechos dentro de la tela

Ella jadeo aún más audiblemente y se dejó ir en un gemido gutural ronco

Él se dejó ir poco después, sintiendo las paredes de su interior apretarlo tortuosa y deliciosamente

Ambos cayeron agotados y agitados, ella sobre el lavabo y él sobre su espalda.

Una vez un poco recuperados, él tomó la varita, los limpió y arregló la ropa respectivamente

Ella lo miró con preocupación

𝔼𝕝 𝕚𝕕𝕚𝕠𝕥𝕒 𝔻𝕖 𝕄𝕚 𝔼𝕩 (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora