𝔼𝕝 𝕚𝕕𝕚𝕠𝕥𝕒 𝔻𝕖 𝕄𝕚 𝔼𝕩 (Dramione)

1. Drake y May

Ya iba por el quinto suspiro

No se podía concentrar en el maravilloso libro de texto, que tenía en frente, cuyo párrafo, le estaba resultando interminable.

La biblioteca de Hogwarts siempre había sido como un santuario para ella, era el lugar más tranquilo y cálido de todo el castillo...

Los libros siempre la hicieron sentir arrullada y bien consigo misma.

Así que estaba molesta de sobremanera, por no haber permanecido así de principio a fin, de todas formas hubiera sido mejor mantener una relación sentimental con sus libros, antes que sucumbir a las estúpidas hormonas de adolescente.

La rizada de Gryffindor, levantó la mirada de su libro para observar con el ceño fruncido una pareja en la mesa de enfrente, con esas insoportables risitas y coqueteo, mientras ella intentaba concentrarse en leer el párrafo por décima vez.

Aunque sabía que en verdad no era culpa de ellos, era ella, quien no podía concentrarse.

Eso le había costado conseguir un nueve en Aritmancia...

¡Un maldito Nueve!

-Hermione, ponte de nariz a estudiar, ese bochorno no se puede repetir ni ahora ni nunca.- se murmuró a sí misma con reproche, mientras escribía una fórmula en su cuaderno de ejercicios.

-¿Distraída, Granger?.-

Preguntó una voz baja y profunda, a sus espaldas, mientras él, se divertía jugando con un mechón del rizado cabello de la castaña, moviendolo con un lápiz, con esa estúpida y sensual sonrisa de lado.

-Déjame en paz, Malfoy.- contestó secamente.

-Esta bien.- se limitó a contestar de forma jovial y sospechosa.

Ella volvió a su libro de texto.

-Esa fórmula está mal, debes reemplazar la X con el denominador, no con el numerador...-

Le indicó él, señalando con el dedo índice, el error, por encima del hombro de la castaña, muy cerca de su rostro.

Ella podía sentir su perfume inundar sus fosas nasales, la calidez de su cuerpo que apenas la rozaba, y el adictivo aroma a menta de su aliento que golpeaba en su mejilla y oído.

Se sonrojó, pero no iba a caer nuevamente en esas insinuaciones.

Ya no...

Suspiró de forma pesada para luego ponerse de pié, y recoger sus cosas rápidamente sin decir ni una palabra.

Comenzó a irse, hasta que la mano de él en su muñeca, la retuvo con suavidad.

-Sueltame Malfoy.- le dijo ella sin mirarlo.

-May... Por favor... sólo hablemos.- le dijo con una nota de tristeza en su voz.

Ella no quería voltear a verlo, porque sabía que no podría apartarse de él si lo hacía.

-No.- respondió ella soltandose de su agarre.

¿Quién se creía por volver a llamarla así?

Ya no tenía derecho de hablarle de otra forma que no sea por el apellido.

¿Por qué montar una escenita en plena biblioteca?. ¿Que acaso no la podía dejar tranquila?.

Caminó a toda prisa hasta salir de allí.

Se sentía sofocada, aún sentia el calor de su toque en su piel...

El roce de sus dedos sobre su muñeca, le habían provocado un fuego interno.