HOLA MI HERMOSA GENTE DE WATTPAD, HEMOS VUELTO CON UN NUEVO FANFIC, YA SABEN QUE SI LES GUSTO, LES SACO UNA SONRISA O LOS ENTRETUVO, PUEDEN REGALARME UNA ESTRELLITA, NO SABEN CUANTO ME MOTIVA A SEGUIR CON ESTO
BUENO, SIN MAS, VAMOS CON EL CAPITULO
La brisa de la mañana golpeo su rostro y agito su cabello. Vio como poco a poco las tiendas abrían y más personas transitaban por las calles hasta que se formo una gran multitud
El dolor de no saber nada y que lo mantuvo encerrado en su habitación aún permanecía. Y en el calabozo encontró la manera de distraer su mente. Para muchos sonaba ilógica la forma en la que trataba de escapar de la confusión que lo abrumaba. Pero funcionaba para él. Así que todos los días se preparaba y se adentraba a aquel lugar que muchos consideraban las fauces de la bestia. Un sitio donde arriesgas tu vida a cada momento y donde muchos perdieron la vida. Consciente del odio que los miembros de su familia le tenían, decidió que sería mejor tomar el camino de un aventurero solitario
Sintió como las personas lo miraban discretamente. Era algo que siempre pasaba así que solo soltó un suspiro aburrido. Trato de mirar a uno de los vendedores, pero este solo bajo la mirada asustado cuando cruzaron miradas, misma situación que se repitió con una señora, un anciano y una niña
Estaba cansado de ese trato. Sabía que las reacciones de la gente se debían a la fama que su familia tenía. Y aunque le molestaba, debía aceptar que todos tenían razón. La familia Freya estaba llena de individuos sádicos e irascibles, todos eran crueles y no les interesaba nada más que la diosa a la que servían, nisiquiera había el más mínimo compañerismo entre ellos. Él había sido testigo de eso de primera mano, bastaba con recordar todas las veces que estuvo a punto de morir a manos de quienes se suponían eran sus compañeros
Bueno, aunque, lo mismo podría decirse de él. Si bien al principio la idea le parecía inaceptable y trataba de contenerse lo máximo posible. Poco a poco comenzaba a liberarse de todas sus restricciones y ahora peleaba con toda cada vez que era obligado a participar en los 'entrenamientos'. Aun no lo aceptaba completamente, pero parecía ser que su vida era así
La única persona que le parecía agradable era la jefa de las sanadoras. Ella a diferencia de los demás miembros de su familia era completamente normal. Cosa que le hacía preguntarse porque había decidido unirse a un grupo así
Sin embargo, más allá de los problemas que tenía con los demás integrantes de su familia, lo que realmente le molestaba era otra cosa
Poco a poco estaba haciéndose consiente de cómo se manejaban las cosas entre sus compañeros. Ya estaba acostumbrándose a las constantes peleas encarnizadas que tenía casi diariamente. Pero había algo que nunca aceptaría
Si las miradas que la gente significaban algo. Era un hecho que antes de perder la memoria no había mucha diferencia entre él y los demás integrantes de su familia
Y era eso lo que lo tenía tan molesto. Aceptaba el hecho de que para sobrevivir en el entorno en el que vivía era necesario ser fuerte. Ya estaba resignándose a esa realidad. Aun si no le agradaba, lastimar a quienes supuestamente eran sus compañeros era algo que parecía natural
Pero actuar así con civiles. Personas indefensas que no tenían manera de defenderse. La sola idea le parecía repugnante. No se imaginaba comportándose de manera violenta con personas que no le habían hecho nada. No importaba lo que sucediese, nunca aceptaría algo así
Desafortunadamente, todos parecían tenerle miedo. Tanto civiles como aventureros. Lo evitaban y procuraban relacionarse lo menos posible con el
Agito su cabeza para despejar su mente. No debía perder la calma. Fuera cual fuera la situación. Debía cambiar las cosas. Solo era cuestión de encontrar la forma de corregir la imagen que todos parecían tener de el