00: "El mar oculta historias que mejor ni le cuento señora"

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18 de Diciembre del 2019.

Actualidad:

-¿Cuál es tu nombre?

Me muevo nerviosamente en el sofá, sintiéndome más como en una comisaría, donde hay un oficial que está ansioso para someterme a un arduo interrogatorio, en vez de la oficina de mi terapeuta.

-Stella, Stella Evans-suelto mirando detenidamente todo a mi alrededor para tranquilizarme y asegurarme de que no estoy en una.

El cuarto de terapia es pequeño, pero acogedor, muchas tonalidades blancas y verdes adornan todo el lugar, tratando de dar una apariencia falsa de sosiego, bastante minimalista si me lo preguntan.

-Bien Stella-su mirada me recorre por completo evaluándome-¿Qué edad tienes? Se nota que eres joven.

Al parecer Harriet le habló de que me ayudara pero no le explicó muy bien de que iba todo, la verdad me da igual, por lo menos pudo lograr que su madre me atendiera lo más pronto posible en estás fechas antes de irme.

-Dieciocho.

-Muy bien ¿qué te trae por aquí?

Las ricas galletas con chispas de chocolate que vendes, no te jode.

Tengo un problema y te lo voy a decir, para que luego puedas explorar mi mente, analizarla, juzgarme secretamente y luego darme tontos e ineficaces consejos sobre cómo debería manejarlo.

Me pregunto si me fuera ahora rápidamente de aquí lo notaría. He escuchado que estas personas solo se dedican a asentir con la cabeza mientras tú hablas, y muchas veces no se resuelve nada.

-Tengo problemas, y quiero resolverlos-digo en su lugar.

Asiente con tranquilidad, una sonrisa amable adorna sus rasgos, aunque no me engaña, sé que su sonrisa es más falsa que cuando Noelle dice que no le gustan los animes, luego entras a su habitación y bueno-ya te podrás imaginar-sé que es una sonrisa que ha perfeccionado a lo largo de los años, en sus múltiples sesiones impartidas.

-Me parece bien, el primer paso para recuperarse es reconocer que tienes un problema, me da la impresión de que te conoces bastante bien y has pensado mucho sobre lo que te gustaría hablar aquí-dirige la vista a su bolso y saca lo que parece ser un blog de notas-. Si no te importa te haré algunas preguntas y tomaré notas sobre lo que me digas para poder mantenerlo fresco en mi memoria. ¿Te parece bien?

Asiento sin darle mucha importancia, he visto los suficientes programas, series, películas en las que todos los terapeutas hacen esto, también sobre la confidencia médico-paciente.

Espero gratamente que de verdad eso exista.

-Siéntete libre de interrumpirme en cualquier momento o dirigir la conversación donde te sientas cómoda, ¿de acuerdo?

Asiento de nuevo más nerviosa que antes.

-¿Puedes buscar en tu mente cuándo comenzó este problema?

La miro fijamente durante unos segundos buscando en mis pensamientos.

-No lo tengo muy claro, creo que a los doce o trece años quizás-me encojo de hombros restándole importancia.-Era una niña con unos cuantos kilos de más, lo cuál hacía que al ser tan pequeña de estatura, me viera más regordeta. Recibía burlas constantemente de mis compañeros de clase y del estudiantado en general, sin embargo aún así tenía amigos-solo una amiga-pero considero que me afectaban mucho más las burlas que a cualquier persona, me encerraba en los baños del colegio a llorar cuando decían o hacían algo hiriente, y casi todas las noches lloraba incansablemente hasta el día siguiente.

Love With Chains [Serie Love #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora