Akame ga Kill: El Sepulturero

Capitulo 19: El poder del amor

Las cursivas indican pensamiento

La negrita es para los ataques

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POV de Agore

"Hmmm ..." Me moví en sueños "Buenos días".

"Buenos dias." Akame me sonrió mientras abría los ojos.

Akame se sentó en la cama y me dio un beso antes de mirar alrededor "Parece que está teniendo un buen sueño".

Ella estaba mirando a Mine que estaba durmiendo pacíficamente, con una pequeña sonrisa en su rostro.

"Ella se lo ganó." Dije: "Finalmente resolvimos nuestro rencor".

Había pasado un mes desde que matamos a Seryu en el cañón, por supuesto, ella y Chelsea están discutiendo todos los días.

"¡Nunca me rendiré!" Seryu dijo saliendo de la linterna. "Incluso en la muerte, les aseguro que los villanos no tienen éxito".

"Estás empezando temprano." Gruñí.

Akame me dio una sonrisa y otro beso antes de irse a vestir. Me senté, me puse la camisa y bajé a desayunar. La comida estuvo deliciosa, Akame la preparó así que, por supuesto, estuvo buena.

"Está bien, nos vamos". Tatsumi y Lubbock dijeron preparándose para irse.

"Manténgase alejado de la catedral". Suu les dijo: "Se ha reforzado la seguridad".

"No podemos ir allí sin un plan de todos modos". Lub se encogió de hombros.

"Ah, y te hicimos almuerzos." Suu dijo entregándoles cajas.

"¡Wow gracias!" Tatsumi sonrió.

"Akame se comió la mitad." Suu dijo sucintamente.

"Lo siento." Ella hizo un puchero "Solo quería un bocado, pero era demasiado bueno".

"Hombre, extraño comer." Chelsea dijo flotando alrededor.

"Siento que tengo suerte de que me quede la mitad". Tatsumi suspiró.

"¿Adónde vas?" Mine preguntó asomando su cabeza.

"Para revisar la ciudad." Tatsumi le dijo.

"Vamos a ver si es posible reducir un poco sus filas". Lubbock explicó.

"Está bien, Tatsumi y yo iremos." El mío dijo saliendo "Etiqueta a Lubbock".

"¡¿Qué?!" Gritó Lubbock.

"Ten cuidado." Dije frotando el corte en mi hombro "Puede que haya sido un mes, pero aún así deberías tomártelo con calma".

"Estoy bien, no hay problema." Ella sonrió.

"Para ser sanado en sólo un mes". Seryu se quejó "¡Debería haber hecho más daño!"

"Se ha curado más rápido porque soy su médico". Le dije.

"¡¿Esa perra está hablando de mí ?!" Gritó el mío.