1. punishment

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El irritante ruido de su alarma le indico que el segundo receso del día había dado a conocer su fin. Con pereza apagó el responsable de interrumpir su muy relativo buen humor, no necesitaba que su amigo pelirrojo se lo repitiera nuevamente, pero este aún así lo hizo con un sonoro quejido de disgusto al principio, diciendo: —Uh, nos toca química.

—Lo que daría por no necesitar ir a la clase...—lamento su otro amigo, esta ves rubio—. Pero, si falto tendría que ponerme al día, además no entendería ni mierda.

Katsuki se levantó del granítico suelo adelantando a los otros dos quienes al notar su apuro dieron pasos acelerados para poder alcanzarlo.

Bakugou, ¿Porque siempre vas tan apurado? —dijo quejumbroso el de menor estatura de los tres.

El recién nombrado miró al otro con una mueca —No es mi culpa que ustedes sea unas jodidas tortugas a punto de morir —contraatacó.

En camino a su salón de clase sintieron como el otoño comenzaba a manifestarse. Una leve brisa ligeramente cálida los chocaba por ambos lados, los pasadizos de UA tenían esa característica. Pasillos iluminados con mera luz natural y a sus lados nada más que algunos postes para mantener firme la estructura, en el mismo lado en donde se ubican los salones de cada curso correspondiente habían unas paredes especialmente construidas para los casilleros. También se podían ver unas rejas blancas en caso del tercer y segundo piso para evitar cualquier accidente. En resumen, un aspecto moderno.

El cielo se podía ver si te asomas ligeramente por alguno de los lados puesto que el blanco techo no dejaba la vista fácil, este se mantenía cubierto por un ligero manto de nubes de un lindo color perla, no completamente blanco, pero tampoco lo suficientemente oscuro para que se pudiera inferir un posible diluvio.

A Katsuki no le agrada ninguna de las ambas estaciones frías del año, para su desgracia su tolerancia a los ambientes gélidos era bastante baja. Odiaba profundamente como su nariz se enrojece con facilidad haciéndolo parecer menos agresivo y los temblores que surgían en su cuerpo gracias a las corrientes heladas.

Cuando ambos chicos a su lado se enteraron de esto no pudieron evitar burlarse acerca de alguna de estas dos cosas, o mas bien lo intentaron, porque al momento en el que el pelirrojo soltó una carcajada el otro le propino el combo de su vida que incluso lo votó de la silla en donde estaba sentado, dejándolo con su cabeza clavada en el duro suelo.

Kirishima, ¿podrías ayudarme en química? —le preguntó el rubio al pelirrojo con mirada suplicante.

No tardó mucho en responder—. Está bien, además así aprovecho de reforzar algunas cosas.

Debido a que el grupo de 3 amigos había pasado el tiempo en un espacio vacío del segundo piso no demoraron mucho en visualizar al resto de alumnos de su misma edad, aunque, de diferentes clases.

El cenizo al no estar del todo concentrado durante su caminata no se fijó cuando una alumna descentralizada había chocado contra su torso. Katsuki bajó la mirada para poder ver quien era y no se trataba ni nada más que la molesta pelirrosa de Takahashi Nozomi.

—¡Mira bien por dónde vas, imbécil! —acusó la chica hablando lo más alto de lo que se le permitía.

El contrario alzó una ceja debido a la exageración de la pelirrosa, rápidamente frunció el ceño más de lo común—. ¿¡Huh!? ¿Que te crees maldita chupa pi-

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