"¿Cómo llegamos aquí?"
El demonio de radio se preguntó mentalmente. Sosteniendo con fuerza la mano de su amada princesa del infierno. Mientras ella estaba empujando.
-Solo un poco más mi amor. Trae a nuestro pequeño al mundo - dijo Alastor, al verla...
Los meses transcurrieron pacíficamente en el Hotel Hazbin, Natasha tuvo algunas semanas sin presentarse debido a algunos problemas con su personal fantasma. Así que a Charlie se le informó que uno de sus socios vendría a supervisar el progreso de la redención de los huéspedes del hotel.Mientras tanto, algunos pecadores iban llegando poco a poco, pero una en particular llamó la atención de la joven princesa y no fue en el buen sentido.
Una demonio que había hecho su récord como ex residente de la Cannibal Colony, una demonio de piel blanca con papel, al estilo steampunk. Hecha con engranajes, piezas de hierro y varios relojes, luciendo mucho más como un robot que como un demonio, el pelo largo de color púrpura brillante.
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Su nombre era Sara, La Demonio del Reloj. Una aspirante a Overlord de gran éxito y potencial. Siendo responsable de casi dominar la región noroeste del pentagrama. En su lista de muertos se informa una amplia variedad de demonios menores y pecadores de poco poder.Pero esa no era la única razón por la que La Demonio del Reloj no agradaba a la princesa del infierno.Desde su llegada, Sara ha demostrado ser inescrupulosa, prejuiciosa y claramente no está allí por la oportunidad de redención, sino por la oportunidad de estar cerca de Alastor.
El pelirrojo, a su vez, hizo todo lo posible por evitar cualquier contacto con la chica de los relojes. No era el tipo de mujer que le gustaba, demasiado agresiva y pegajosa. Esto continuó hasta que el socio de Natasha llegó al hotel para resolver lo que la pelirroja había dejado pendiente. Un ángel alto, cabello blanco con detalles celestes, ojos azules también, piel gris y alas blancas con detalles dorados. La sorpresa para los empleados no fue mayor que la de Alastor cuando reconoció la foto que había mostrado Natasha unos meses antes.
- ¿Elias? ¿Eres tu? ¿Hermano? - preguntó el demonio de la radio con ojos llorosos, mirando a su hermano mayor quien también lo estaba mirando con una sonrisa abriendo sus brazos esperando al menor. Alastor no tardó más, se apresuró a abrazar a Elias con fuerza. Ignorando las exclamaciones de sorpresa de los demás presentes.
- Sí. Soy yo hermanito. Y a partir de ahora tendrás que acostumbrarte a mi presencia, durante mucho tiempo, considerando que voy a vivir aquí - respondió en broma.
- ¿Qué?
- ¿Expulsado? - preguntó Alastor sin mucha sorpresa.
- Temporalmente. Uriel le levantó la voz a Natasha y no me gustó mucho. Le arrojé mi lanza / tridente. Fallé su cabeza por unos dos centímetros - explicó encogiéndose de hombros.
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- ¿Pero entonces no puedes volver al paraíso? - preguntó Husk mientras preparaba una bebida para el ángel.
- No exactamente. Tengo prohibido regresar hasta que se resuelva este pequeño insidente. Nath logró convencerlos de que mis acciones fueron impulsivas y exageradas - explicó con calma antes de beber su whisky de fuego que Husk le había servido.
Charlie escuchó la conversación en la distancia, curiosa por el nuevo residente del hotel. La princesa no pudo evitar notar que, aunque Elias era un ángel, tenía un aura maliciosa.
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Para Charlie era más que obvio que, aunque Elías era un ángel, no podía confiar en él.
- ¿Está todo bien Charlie? - preguntó Alastor acercándose a la princesa que estaba perdida en sus pensamientos.
- Oh. Si Al. No te preocupes.
- ¿Entonces eres la Charlotte tan famosa de la que nuestra hermana no deja de hablar? Preguntó Elias, acercándose a ambos, con los ojos fijos, analizando a la rubia. Ella solo asintió confundida.
- Es un gran placer conocerla finalmente, alteza Charlotte.
-Solo llámame Charlie - respondió amablemente, pero con un ligero sentimiento de desconfianza.
- Lo siento es la costumbre. Charlie, ¿dónde están las habitaciones? Me gustaría ver dónde puedo quedarme.
- ¿Realmente se va a quedar un ángel aquí? preguntó una voz femenina aguda en el pasillo. Una voz muy incómoda para los hermanos. Era Sara, acercándose a paso lento, como para mostrar cierta importancia en su presencia.
- ¿Te podemos ayudar con algo Sara? - Niffty preguntó, aunque educada, claramente irritada por la presencia de la otra.
- Por ahora no querida Niffty, solo me gustaría robarte el Alastor por un momento. Si no te importa - dijo con voz coqueta, haciendo un movimiento para tirar de el pelirrojo, antes de que su hermano se interpusiera en el camino.
- Me importa. He estado lejos de mi hermano durante casi 93 años desde nuestra muerte en diferentes años. Lo siento, pero me vuelvo a ver en la situación de hermano mayor sobreprotector y celoso - dijo con voz firme, sin ni una pizca de cortesía, pero sin abandonar la elegancia, obteniendo una mirada de odio de la demonio del reloj.
Los demás solo se rieron mientras la otra caminaba de regreso a su habitación pisando fuerte con los pies. Alastor se rió junto con los demás antes de dejar escapar un fuerte sonido estático que se sintió cuando alguien le rodeó el cuello con un brazo.
- ¿Sigues con esta cosa de "no me toques" hermanito? - Preguntó Elías, riendo.
- Eres un idiota - respondió Alastor, quitando el brazo de su hermano de su hombro. Charlie sonrió al ver el momento entre los hermanos, pero aun así el ángel aún lo incomodaba.
Listos por ahora amigos. Perdón por no haberme actualizado mucho últimamente. Demasiados bloques creativos y ahora mi semana de exámenes ha comenzado y tal vez vuelva a llegar tarde. Prometo intentar más.
