"¿Cómo llegamos aquí?"
El demonio de radio se preguntó mentalmente. Sosteniendo con fuerza la mano de su amada princesa del infierno. Mientras ella estaba empujando.
-Solo un poco más mi amor. Trae a nuestro pequeño al mundo - dijo Alastor, al verla...
Los hermanos se separaron rápidamente, pero se mantuvieron cerca cuando Pavlin se acercó con una mueca de disgusto.
- ¿Entonces Pavlin? - preguntó la chica con el pelo rojo anaranjado, mirándolo con una sonrisa petulante.
- El lugar es perfecto - respondió el ángel de mala gana haciendo que Charlie abriera una gran sonrisa y sus ojos se llenaron de alegría - como dijiste, solo unos pocos cambios de color y está listo para funcionar.
Natasha se dirigió a la Princesa del Infierno con una sonrisa amable.
- Tal vez si cambiamos los colores a un tono más claro ... Como, por ejemplo, uno blanco - dijo la maga pensativo caminando de nuevo mirando el lugar - O uno azul. Me encanta el azul.
-Todavía creo que esto es una pérdida de tiempo - dijo Pavlin descaradamente, haciendo desaparecer la animación de la princesa.
- Qué bueno que nadie te haya pedido tu opinión - respondió Natasha brutalmente, haciéndole callar tragando saliva por la amenazante mirada del demonio pelirrojo.
Sin embargo, a pesar de que la conversación se volvió más animada, Vaggie estaba completamente en silencio. Mirando a Natasha, como si la humana fuera una versión más terrible que el mismo Lucifer.
- "No puede ser... No puede ser..." - pensó para sí misma con terror en su único ojo.
Charlie estaba tan distraída por las muchas ideas de Natasha sobre el hotel, que ni siquiera se dio cuenta de la situación de su amiga. Pero cuando los ojos dela pelirroja y la albina se cruzaron, Natasha abrió una sonrisa malévola, casi tan grande como el de Alastor, al reconocerla.
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- Luego, después de redimirse, los demonios serán enviados al mundo humano, más precisamente al circo de Natasha, para esperar su nuevo juicio para decidir si serán enviados al cielo o no - concluyó Pavlin entregándole a Charlie un certificado de operación, en color blanco con detalles dorados con imágenes de alas de ángel. La rubia sonrió ampliamente.
- Gracias. Gracias a ambos - dijo Charlie con lágrimas de alegría corriendo por sus ojos. Natasha y Alastor se alejaron por un momento para hablar entre ellos.
- Entonces... Voy a tener que ir hermano - dijo la joven con gran pesar - pero puedo volver a verte.
- Estoy feliz de verte de nuevo, hermanita. ¿Y qué es esto del circo? - preguntó el venado con curiosidad.
- AH ... es donde doy la bienvenida a los fantasmas atrapados entre los tres mundos. Pueden "vivir" allí, pero hasta su juicio deben pagar una tarifa, trabajando allí como empleados encubiertos o payasos - explicó con calma, antes de acercarse a Charlie nuevamente.
- Bueno, Charlie, tenemos que irnos, pero te dejaré algunos ayudantes - dijo ella, quitándose su sombrero de copa y de allí salieron varios conejos blancos, vestidos con ropa azul y pajaritas rojas.
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Los pequeños conejos se desplegaron alrededor del hotel, comenzando a limpiarlo, llamando la atención de Niffty.
- ¡Atención conejos! - llamó a Natasha haciendo que los animales la miraran - Mientras estan aquí, siguiran las órdenes de la señorita Niffty - ordenó, haciendo que los pequeños miraran ala cíclope y la saludaran.
- Es genial verte de nuevo, Nath - dijo Niffty, sonriendo.
- Digo lo mismo Nify - respondió la pelirroja, antes de darse la vuelta para irse, pero no sin antes despedirse de Husk con un gesto, que fue respondido por el mismo con una sonrisa amistosa. Cosa que sorprendió a Angel por el gesto del gato demoníaco.
