"¿Cómo llegamos aquí?"
El demonio de radio se preguntó mentalmente. Sosteniendo con fuerza la mano de su amada princesa del infierno. Mientras ella estaba empujando.
-Solo un poco más mi amor. Trae a nuestro pequeño al mundo - dijo Alastor, al verla...
Charlie estaba en la limusina yendo a la mansión de sus padres, ya que su madre la había convocado a una reunión sobre su hotel.
Habían pasado dos semanas después del evento en el jardín, Alastor no pudo estar a solas con Charlie nuevamente por mucho tiempo, y esto comenzó a preocupar a la rubia, quien intentó de varias maneras convencer a Nifty y Husk para que contaran lo que había significado ese momento entre ella y el pelirrojo.
*Flashback On*
-Alastor es muy orgulloso, y lo sabes Charlie. El solo hecho de llorar frente a ti lo hizo sentirse débil, y aún más por el tema que lo hacía llorar. El odia hablar de su madre y hermanas - dijo Nifty con algo de miedo. No querría estar en la lista negra del pelirrojo por razones obvias.
-Siempre ha sido muy reservado y cuidadoso con este asunto, ya que lo afecta mucho. Cada vez que intentábamos hablar de eso, se ponía a la defensiva y se salía con la suya con otros asuntos triviales y sin importancia, o con amenazas de no tocarlo nunca más. Lo único que sé es que uno de los nombres de una sus hermanas, era Natasha - dijo Husk con las orejas hacia abajo, sosteniendo una botella de vino medio vacía. Y Nifty solo asintió, de acuerdo con el felino alado, con una mirada de preocupación en su único ojo.
Charlie a su vez solo puede sentirse culpable por la situación tan difícil con el pelirrojo. Por alguna razón que no entendía, no quería alejarlo, sino todo lo contrario. Quería tenerlo cerca, muy cerca de ella.
*Flashback Off*
Se despertó de sus pensamientos al sentir que el auto se detenía frente a la mansión de la familia Magne. Ella suspiró antes de tocar la puerta, siendo respondida por uno de los pequeños demonios negros que trabajaban para su padre.
-Bienvenida, señorita Charlotte - dijo el pequeño, dándole la bienvenida y llevándola a la habitación donde estaban sus padres. Pero antes de entrar pudo escuchar otra voz femenina además de la de su madre. Una voz firme e imponente, pero desafiante y juguetona, extremadamente molesta para su padre.
- ¿Cómo te atreves? - Lucifer preguntó, increíblemente enojado, mirando a la joven mujer con ojos absurdamente verdes, a través de un portal de fuego con llamas verdes y moradas. Lo que provocó algunas risas tanto de ella como de Lilith.
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-Entonces ¿Vienes mañana a ver el hotel de mi hija? - preguntó la reina con una sonrisa tranquila.
-Exactamente, llevaré a uno de mis "compañeros" ángeles conmigo. Espero que no tengas problema - dijo la mujer sin rodeos, viendo el disgusto del Rey de los Demonios.
- Claro que no. Mientras el sueño de nuestra hija pueda hacerse realidad, no veo ningún problema ¿No es así, cariño? - dijo Lilith antes de que Lucifer pudiera decir algo más. Obligándolo a aceptar.
"¿Quién es ella? ¿Y qué quiere en el hotel?" Charlie se preguntó en su mente cuando la puerta de comunicación entre la misteriosa mujer y sus padres se cerró lentamente.
