𝔧𝔦𝔞𝔫𝔤 𝔱𝔞𝔱𝔱𝔬𝔬 ツ 𝑋𝑖𝑐𝘩𝑒𝑛𝑔 𝗣𝗔𝗨𝗦𝗔𝗗𝗔

Capitulo 1.

-Estamos rompiendo oficialmente, eres demasiado aburrido-. espetó con aires de superioridad la castaña, con su aspecto de una muñeca aún intacto. Quizás esta confesión le hubiera dolido menos al segundo jade lan si no hubiese sido que su prometida estaba rompiendo con él cinco días antes de la boda. 

La anterior mencionada, pasó hacia el costado del menor de los Lan, dejándolo allí en medio de aquel parque completamente solo en aquella noche que empezaba a tornarse oscura y fría. Las lagrimas de Lan Zhan corrían por sus mejillas, sintiéndose una persona completamente vacía, aquella relación de hace seis años que en un principio había sido por puro compromiso ahora se habían vuelto sentimientos reales para él, su corazón abatido dolía. Aquella muchacha que solía llamarlo Lan Wangji de la manera más cariñosa que podía alguien hacerlo, ahora se había convertido tan fría como la luna. La sensación de calidez se había ido hace unos meses, aunque él continuaba aferrándose a que habría una solución. Se casarían este agosto, o bueno, eso es lo que debía ser. 

La familia Lan era conocida por su gran influencia económica, al igual que la familia Nie, la familia Jin y la familia Jiang. Las alianzas de matrimonio eran tan comunes en las familias de la alta sociedad que todos estaban haciendo los preparativos para la esperada boda de Hanguang-Jun y la señorita Su. Después de todo, si el primer jade Lan, Lan Xichen, no se había casado para tomar toda la responsabilidad después de la muerte de su padre, esperaban que el que deje descendencia sea Lan Wangji. 

La noche caía sobre los hombros de Hanguang-jun. Su dolor en su pecho afloraba, y ya habían pasado al menos quince minutos desde que Su Lian haya roto toda relación entre el clan Lan y la secta Su Moling. El joven Lan suspiró, limpió sus lágrimas de su cara, caminó hacia su auto de alta gama, abrió la puerta y se sentó, recargó su cabeza en el volante y soltó un suspiro pesado; necesitaba un trago. 

Condujo por las calles de aquella iluminada ciudad, saliendo del patrimonio de Gusu. Los barrios urbanos iluminados por las luces neon. Llegó a un bar cualquiera, podría decirse que estacionó al azar. Abrió la puerta del bar, el cuál estaba un poco oscuro y solo alumbrado por las luces neón y una que otra luz. Caminó hacia la barra, y dejo cincuenta dólares en la barra creando confusión al cantinero. Miró hacia el licor, el cantinero sonrió y le sirvió en un vaso de corte fino, suponiendo que era un tío de mucho dinero, también le dejó la botella completa de licor. 

-La sonrisa del emperador de Gusu es el mejor que tenemos-. dijo sonriendo y limpió sus manos, miró a Lan Zhan el cual ni siquiera lo miró en respuesta. Supuso que necesitaba su espacio así que solo se concentró en antender a otro cliente. Pero parecían ser amigos, ya que el cliente lo llamaba Daozhang, y a veces Xingchen Ge. Le recordó a su hermano mayor, tan puro y casto, justo y amable, la única persona que lograba entenderlo. Extrañaba a Lan Xichen, su hermano tan amable hubiera sabido que hacer en este tipo de situaciones. Se sentía atado de manos y pies, el único mas cercano a él en este momento era Nie Mingjue pero seguro estaba igual de ocupado que Lan Xichen, no tenia más remedio que contárselo directamente a su tío Lan Qiren. 

Sus pensamientos fueron interrumpidos por un disturbio pequeño, se dio la vuelta levemente y miró hacia el lugar alejado de él de donde provenía la discusión, un chico con cabello castaño hasta su nuca, una coleta atada con una cinta roja colgando hasta sus hombros, una camisa color roja que tenia un aire veraniego, abierta de par en par, mostrando cadenas que adornaban la piel suave y sus tatuajes los cuales no eran muy visibles para el joven Lan ya que la luz era tenue, solo iluminaba el hermoso rostro. La sonrisa alegre le recordó mucho a su querida Lian. Sin embargo, era una sonrisa burlona, acababa de ganar una apuesta en la cual parecía haber ganado mucho dinero y por eso los demás estaban enojados. Sin embargo él tenia una sonrisa tan socarrona, que enojaba aún más. No pasó mucho luego de aquello, aquel par de ojos dorados miraban a Wei Wuxian beber alcohol como si de agua se tratase. Sintió una sensación extraña al ver que todos sus chistes se dirigían a un tipo, que era solo unos centímetros mas bajo que Lan Zhan. Tenía el cabello corto, una trenza en el costado de su cabeza, haciéndolo ver rudo y sus ojos eran morados, no fue mucha la vista ya que se sentó de espaldas hacia Lan Zhan. Tenía puesto una camiseta negra, y algo calada en la espalda dejando ver solo parte de un dragón/serpiente de color morado en su piel, pero gracias a la luz se veía neón. El tipo se veía más serio. 

Posó su atención de nuevo en el chico de la camisa roja, sonrió leve casi una sonrisa desapercibida, sin embargo, minutos después se retiraron del lugar, pero él no paraba de pensar en aquel chico, se veía bien. Se veía... lindo. Quería saber más de él. 

Aquella linda sonrisa, y su risa lo hacían sentir mejor aunque ni se conozcan, le sorprendía la capacidad de beber sin siquiera tambalear o errar a alguna palabra, también le llamó la atención la belleza que poseía, su cuerpo era fino y una cintura digna de admirar. Pero su rostro parecía angelical y como si el mejor alfarero lo hubiese moldeado. Sin embargo, Lan Wangji sabía que él era  un chico de etiqueta, y ese chico no tenía etiqueta ni en los calzoncillos. O bueno, eso es lo que pensaría Lan Qiren. Creyó que sería una idea completamente descabellada. Bueno, luego de querer casarse a sus veintidós años, claro. No creía volver a encontrarlo, ya que no pensaba volver a un lugar como ese, era demasiado arriesgado para las apariencias de su familia, pero esta noche lo meritaba. Ni siquiera había probado un trago de la sonrisa del emperador, pero levantó su vaso y le dio un trago largo, dejándolo completamente vacío.

La noche seguía su transcurso natural, pero era demasiado tarde, y lan zhan empezaba a sentirse cansado, tenia ganas de dormir luego de apenas cinco segundos de tomar su primer trago de la noche. Se levantó de su lugar y en cuanto llegó a su auto se quedó completamente dormido.