• Héroe • Tododeku ● bnha

3-Anotaciones

Todoroki fue transferido a la ciudad donde la dichosa Academia de la cruz verdadera se situaba.

Estaba más lejos que su zona habitual, tampoco se quejaba mucho ya que le gustaba recorrer nuevos lugares aunque sea en horario de trabajo. Su tarea era merodear las zonas donde más habituaban los Doragon, para ver si se encontraba alguna pista de ellos.

El caso de los Doragon era algo que muchos héroes y agentes trabajaban para atraparlos, tenían unas cuantas pistas pero no muy útiles que digamos. También que casi nadie se quería acercar mucho a la Academia, ya se decía que el exorcismo era todo lo contrario a lo que debería ser por sus métodos cuestionables, sobre todo a tener a adolescente practicando ese tipo de cosas.

Demasiado hipócritas pensó Shoto, ya que muchos que decían aquello eran los mismo que alaban a que adolescentes de la misma edad pongan en riesgo sus vidas sólo por tener el título de héroe y ser los que les salvé el pellejo.

Tenía muchas cosas que pensar sobre lo podrida sociedad en la que vivían, recordándole la muerte de Lemillion.

Yendo al tema, había estado patrullando por días. Días en los que no tenían nada avanzado con encontrarlos o a Toga, lo estaba frustrando mucho. Se sentía un inútil que no era capaz de proteger a la gente, hacer el simple trabajo por el que luchó toda su vida.

Estaba por decaer como muchas veces le pasó al sentirse acorralado, un completo estorbo que no servía para nada. No sabía bien si padecía de alguna enfermedad de estrés o algo relacionado, pero ese tipo de decaídas le pasaban con más frecuencia últimamente a cada cosa mínima que no este en sus manos.

- Café amargó, como le gusta al amargó héroe Shoto - sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz del agente.

Lo vio con su típica sonrisa extendiendo la taza, mientras en su otra mano tenía un capuchino humeante que se olía muy empalagoso. Acepto el café, dando permiso a Midoriya a que se sentará junto a él en el barandal, donde se podía ver el común movimiento de la gente yendo a sus trabajos o casas luego de un día cansado de miércoles. Ambos tomaron de su bebida en sumó silencio.

Ya llevaban su tiempo trabajando , aunque escaso, Shoto se la pasaba patrullando y tratando de no ir mucho a la agencia al menos de tener información importante sobre el caso. Aún así ante su poca convivencia, lograban llevarse algo bien si se puede decir. Más bien él trataba de ignorarlo lo mejor posible. Por parte de Izuku, seguía gustándole enfadar al héroe con su personalidad molesta según él.

Pero no podía negar que de apoco descubría el gran intelecto y pasión por el trabajo que el pecoso tenía, es obvio que no tenía una actitud tan formal pero eso no quitaba la dedicación que le daba a las cosas de su ofició.

- Nada nuevo ¿verdad? - Shoto negó, suspiró - me estoy sintiendo un verdadero Deku.

- ¿Deku? - lo vio a los ojos, aunque estos no le veían a él y su brillo se veía apagado.

- Un Deku inútil - sonrió falsamente señalándose a si mismo - es lo que soy, un inútil que no sabe hacer su trabajo.

- Yo no pienso eso - Izuku vio al héroe, expectante - eres bueno en tu trabajo, por algo tienes un puesto tan alto siendo tan joven - las orbes esmeralda brillaron con ilusión, provocándole un sentimiento extraño en sus adentros - yo también estoy siendo inútil.

Midoriya lo vio frunciendo la cara, Todoroki no entendió porque esa mueca.

- ¿Bromeas? eres Shoto, el héroe número cuatro, hasta creo que cuando actualicen el top tendrás un puesto más alto - el contrario rio sin gracia - habló en serio, eres un gran héroe.