Relato #4

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Reto #4

<|Escribir un cliché que tenga final inesperado.

Detalles:

-Personajes:

<|Alex: Personalidad semi-extrovertida, cabello negro.

<|Rose: Personalidad semi-extrovertida, cabello castaño con puntas rojizas.

-Otros:

<|Amigos de Alex.

<|Juddy.


"I was wrong"

Alex lleva varias semanas yendo casi que todos los días, (excepto sábado y domingo porque está cerrada) a la biblioteca cerca de su colegio. ¿El motivo? Rose, la linda chica que trabaja en el lugar acomodando los libros en la última hora antes de cerrar el lugar. Desde que la vio quedó fascinado e iba todos los días a "estudiar" y cada que podía le echaba un ojo. En esos momentos que la veía pudo observar que algunas veces le gustaba ponerse audífonos mientras ordenaba los libros, unas pocas veces pudo escuchar la canción que sonaba y el chico puede asegurar que ella tiene muy buenos gustos. Le parecía adorable verla con una sonrisa en su boca mientras escuchaba alguna canción alegre y algunas pocas veces las tarareaba en un susurro que él apenas y podía oír.

En este momento se encuentra sentado en su mesa habitual observando a la chica poner unos libros en un carrito para ordenarlos en sus lugares. De repente la castaña dejó caer varios libros en el suelo y vio eso como una oportunidad.

—¡Diablos! —dijo la chica en un susurro y se agachó a recoger los libros que había tirado.

Estaba tomando uno cuando vio una mano sobre la suya. Ella rápidamente la quitó y levantó su mirada para ver de quién se trataba.

—Hola —la saludó un chico que había visto una que otra vez en el lugar. —, veo que necesitas ayuda.

Ella asintió y siguió recogiendo los libros y poniéndolos en el carrito.

Cuando terminó se levantó del suelo para ver al chico junto a ella.

—Gracias por la ayuda —sonrió amablemente hacia él.

—No hay problema —dijo el peligro sonriendo de vuelta. —. Me llamo Alex, por cierto. ¿Cómo te llamas tú?

—Un gusto, Alex. Yo me llamo Rose.

—El gusto el mío, Rose.

Ambos chicos se quedaron viendo por unos segundos hasta que la castaña decidió hablar.

—Bueno, tengo que seguir acomodando los libros —dijo tomando el carrito —.De nuevo, gracias por la ayuda.

—De nada —finalizó la conversación el chico con una sonrisa.

Después de ese suceso cuando la chica lo veía levantaba su mano y lo saludaba, y cuando Alex veía que la chica no estaba ocupada se acercaba a ella y le hablaba sobre cualquier tema.

—He notado que vienes mucho a la biblioteca, hasta podría decir que vienes casi que todos los días —comentó la chica luego de que Alex le preguntara cuándo había empezado a trabajar ahí.

—Oh, es que... en mi casa es difícil estudiar por el ruido que hacen mis hermanos —dijo como una pequeña mentira, sus hermanos no hacían tanto ruido, pero obviamente no iba a decir "Oh, vengo muy a menudo a estudiar y observarte porque me pareces muy linda y simpática". Obviamente no diría eso.

𝗥𝗲𝗹𝗮𝘁𝗼𝘀 𝗱𝗲 𝗘𝗻𝗰𝗮𝗻𝘁𝗼 | #𝙇𝙤𝙫𝙚𝙡𝙮𝙒𝙧𝙞𝙩𝙚𝙧2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora