Daphne

4

—Eres una tardona —Dijo Niko, Delphine llegaba 15 minutos tarde al río, hoy iría a ver el gran Palacio— ya pensaba que me he me habías dejado plantado para salir con el otro chico ese ¿como se llamaba? Jordie creo.

—Es Jack y es que estaba leyendo —dijo Delphi, en realidad había estado arreglándose el pelo de mil maneras diferentes, pero por cuestiones de orgullo no se lo contaría.

—Se te da muy mal mentir , mi pequeña Delphi.

—Si lo que tú digas.

—Vamos señorita ¿está preparada para ver el castillo más feo que existe?

—Supongo.

Los dos chicos fueron hasta el Gran palacio.Delphine había ido solo para los bailes de invierno . Llegaron a una habitación donde la reina estaba sentada en un trono con un perrito en su regazo rodeada de sus damas. Era bella: sus delicados rasgos eran fríos y hermosos, y llevaba su lustroso cabello rubio pulcramente peinado. Pero había algo extraño en su rostro. Sus ojos eran demasiado azules, su pelo demasiado rubio y su piel demasiado lisa.

—Madraya — dijo Nikolai parando frente a ella —ella es mi amiga Delphine, la hija del general Kirigan.

—Moya tsaritsa —dijo Delphine haciendo una reverencia —es un placer.

La reina se les quedó viendo unos segundo con una mueca de sorpresa.

—Que guapa — dijo sonriendo— ven acércate que te vea.

La pequeña miró a Nikolai como si buscara su aprobación a lo que el asintió.
Se acercó hacia ella para quedar al lado de su trono. La reina la examinó de arriba abajo.

—Me gustan tus pecas y tus ojos —dijo — sin duda serás una buena esposa en el futuro.

—No tengo la intención de casarme. Pienso ser General del Segundo Ejército , Moya tsaritsa.

—Ohh, es una lástima , harías muy buena pareja con mi Nikolai —dijo mirándolo.

—Solo somos amigos —dijo dudando . ¿Pero de verdad querían ser solo amigos? Esa pregunta llevaba en la mente de Delphi todo el día.

—Es hora de irnos madraya —dijo Niko interrumpiendo los pensamientos de Delphine.

—Ha sido un placer conocerte Delphine. Mandaré a que Genya te lleve una invitación a mi próxima fiesta del té . —dijo la reina sonriendo.

—¿Porque a mi no me haces ninguna reverencia? — preguntó Nikolai cuando salieron del salón.

—Oh discúlpeme, moi tsarevich. —dijo Delphi haciendo una reverencia.

—No pasa nada señorita, se lo perdonaré solo por que es guapa —dijo enredando su brazo con el de Delphine.

—Gracias, moi tsarevich. ¿Usted también me invitará a una fiesta del té?

Caminaron por los llamativos pasillos hasta llegar a la sala del trono donde se encontraban el rey y Vasily. No se dieron cuenta de que los niños habían llegado hasta que Niko habló.

—Vasily, padre —dijo haciendo que los mirarán— ella es mi amiga Delphine la hija del General Kirigan .

—Moi tsar, moi tsarevich —dijo haciendo una reverencia.

La pequeña dio un paso atrás al ver la mirada de Vasily.

—Hija de Kirigan — dijo el rey— debes de haber entrenado desde pequeña. ¿Cuáles eran tus poderes?

—Puedo invocar a las sombras y los cuatro elementos.

—Es un placer conocerla —dijo Vasily besándole la mano. A lo que Delphine tuvo que utilizar todas sus fuerzas para no invocar nada que lo matara.

Salieron de la sala y fueron hasta la habitación de Nikolai que se encontraba en la segunda planta.

—¿Donde vamos? —preguntó Delphine

—Es sorpresa .

—No me gustan las sorpresas.

—Lo se.

—¿Me lo vas a decir entonces?

—Ya hemos llegado, señorita es usted la primera persona ,que no es una sirvienta, que ve mi habitación.

La habitación de Nikolai era como cuatro habitaciones de Grisha. Había un salón con un billar, un sofá y una mesa con comida y sillas. A la derecha su habitación con una enorme cama y un enorme ventanal, había una puerta que llegaba a un baño enorme y un vestidor. A la izquierda un despacho con una mesa, una silla, un sillón y una estantería con libros.

—¿Te gusta? —preguntó Niko nervioso.

—Es enorme, aquí caben toda una familia.

—Bueno, la verdad es que es un aburrimiento tener la habitación para mi solo. Cuando quieras puedes venir.

—Oh, estás cometiendo un error al decirme eso. Pienso estar aquí todos los días.

Niko se sentó en el sofá y dijo

—Si lo que pretendes es hacer que me arrepienta estás haciendo todo lo contrario.

Delphine se sentó a su lado y bufó. Nikolai miró sus ojos dejando su nerviosismo de lado para hablar.

—Delphine, sobre lo que pasó ayer....

—No pasa nada fue un error. —le cortó Delphi bajando la cabeza.

—No fue un error —le dijo levantándole la barbilla, a lo que la chica le miró con confusión— era lo que los dos queríamos.

La chica no aguantó más y le besó. Niko tardó un tiempo responder. Delphine se tumbó en el sofá y Nikolai se subió encima suya para seguir besándose.

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Holaaaaaaaa.

No estoy muerta.

Lo siento por no subir nada, he estado muy ocupada y no se me ocurría nada.

He empezado el libro "Matar a un reino". ¿Lo habéis leído?

Por cierto esta historia no tendrá más 18, no me siento cómoda escribiéndolo.

Adiós