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Los pasos de una risueña Lily se oían resonar en el pasillo. Vió la puerta del estudio abierta y medio sonrió para sí misma. Dejó su bolso tirado al lado de ésta y se quedó unos momentos admirando la figura cansada e infinitamente adorable del líder del mejor grupo de la cuarta generación. Tenía un aspecto bastante impresionante con su cabello castaño naturalmente ondulado y una camiseta negra dándole un aspecto serio, contrastando con sus ojitos brillantes y exhaustivos.
No pudo evitar notar que una birome estaba haciendo presión sobre sus pomposos labios, algo que hacía cuando estaba estancado en algún tema.
Suspiró antes de golpear la puerta, procurando llamar su atención. Él, al darse cuenta, dió un pequeño brinco por el susto a la vez que se quitaba los auriculares. Ambos rieron y Lily se acercó a dejar un suave beso en su mejilla.
──¿Llegaste hace tiempo? ──preguntó girando su silla y viéndola a los ojos.
Ella negó.
──Nop ──La castañita apreció un caos de hojas sobre el escritorio con una sonrisa divertida──. Parece que estás ocupado... Traje algunas cosas, podrías darte un baño mientras preparo algo de comer. Un descanso te hará bien.
Él sonrió enternecido.
──¿Qué tal si termino esto y luego ambos vamos a comer?
──Pero- siempre quedamos en que vamos a comer y siempre terminas olvidándolo.
Miró sus orbes oscuros con un semblante serio, estaba segura de que lo había convencido, hasta que él sonrió coqueto, sorprendiéndola cuando la alzó en sus brazos sin hacer esfuerzo alguno. La llevó hasta el sofá detrás de la silla y la acostó con cuidado, escondiendo su rostro en la curvatura de su cuello. Era una perspectiva demasiado tierna para ella, así que solo pudo abrazar su cuerpo con sus piernas y hombros con sus brazos.
──Mmh, trabajas demasiado, Channie ──le susurró ella contra su cabello.
──Ambos lo hacemos, señorita dormiré en la oficina ──respondió risueño, sacándole un suspiro a su fastidiada novia.
──Fue solo una vez en un contexto muy distinto, supéralo.
──Si, claro. ¿Que hay de hace tres días, mmh?
Lily chasqueo la lengua decidida a ignorarlo.
──Te amo ──mencionó── así que descansa un poquito, por favor, me preocupas...
──No he trabajado mucho hoy.
──Me encontré con Jisung afuera ──agregó──. ¿No quisiste ir a comer con él?
──Bueno, no, pero...
──Y que te negaste a salir del estudio. ¿Es eso cierto?
Chan suspiró viendo los bonitos orbes ajenos. ──Lo es.
──¡Por dios, Christopher! ──espetó alejándose──. Han sido como siete horas de trabajo, pedazo de loco.
Lily logró apartar el cuerpo de su novio y escurrirse entre sus garras para ponerse de pie y estirar su hoodie negra, murmurando pequeñas maldiciones.
──¿Cómo se te ocurre? Iré a preparar el ramen ──anunció mientras salía del estudio, vociferando que no salía cuidarse solo.
Chris se quedó mirando en dirección a la puerta sin expresión, luego se dejó caer nuevamente sobre el sofá con una sonrisa enamorada y un brazo sobre su frente, frustrado.
